Vacaciones pagadas por el jefe: Cierra su negocio una semana e invita a sus empleados a un resort de lujo

Khairul Aming, un empresario de Malasia propietario de la empresa Aming, dedicado a la comercialización de salsas de chiles, se ha popularizado en medio mundo con un gesto que le convierte si no en el mejor jefe del mundo, sí en el más envidiado por buena parte de los empleados del planeta. Y es que ante el floreciente negocio que regenta ha decidido que sus 60 empleados disfruten de una semana a gastos pagados por él en un resort de lujo.

Aming ha decidido compensar así el esfuerzo de sus trabajadores, cerrando su empresa durante una semana para que todos ellos pudieran disfrutar de estas vacaciones en el hotel Langkawi, situado en el archipiélago turístico de Malasia. "El resort incluye un hotel de 5 estrellas, jetski, exploración de cuevas, snorkel, yate privado para ver la puesta de sol y dinero para lo que quieran comprar. Todo el personal está feliz", ha destacado en una publicación de Instagram Aming, CEO de la empresa y también influencer, que como dice al margen de los pasajes, la estancia, las comidas y hasta excursiones, sufragó gastos extras y regalos que sus invitados pudieran querer.

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"Al día siguiente, les di una sorpresa y los invité a un crucero en yate privado para ver la puesta de sol. El crucero era exclusivo solo para ellos y no incluía público. Disfrutaron del atardecer mientras nadaban en el mar", compartió el empresario.

Sin duda una buena iniciativa para cohesionar el grupo de empleados y mejorar el ambiente de trabajo, como demuestra que esta no haya sido la primera vez en la que el empresario invita a sus trabajadores a unas vacaciones, pues el pasado mes de octubre, la plantilla fue invitada a otro resort y, durante el día del trabajador, fueron de compras y, además, Aming les otorgó un cheque regalo para ir de compras. 

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El vídeo, que se ha viralizado en Instagram, ha sido publicado por el dueño de la empresa hace una semana y ya acumula casi 300 mil comentarios de usuarios que aplauden su actitud y lo califican como un "modelo a seguir". El empresario, que regenta una compañía dedicada al sambal, una salsa picante que se utiliza ampliamente en la cocina del sudeste asiático, especialmente en países como Indonesia, Malasia y Singapur, ha ganado así notoriedad y a buen seguro no tendrá problemas para ampliar la plantilla.

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