La vida contigo

La ola de calor llega con denuncias por falta de climatización en las residencias de mayores: "Hemos visto cosas chungas"

Sindicatos y asociaciones critican la falta de aire acondicionado, o el racionamiento de su uso, en varios centros sociosanitarios

En la Comunidad de Madrid hay recomendaciones para paliar las altas temperaturas, pero no imposiciones

Imagen tomada en la residencia de Peñuelas, en Madrid.

Imagen tomada en la residencia de Peñuelas, en Madrid. / EPE

María G. San Narciso

Cualquiera que viva en Madrid sabe el infierno que significa estar sin aire acondicionado en espacios cerrados a determinadas horas del día. Jorge (nombre cambiado para preservar su anonimato) ha llegado a medir más de 36 ºC en la Residencia de personas mayores dependientes y centro de día Peñuelas. Allí el aire no funciona en la recepción, en la cafetería salta por momentos, en el pasillo A de la primera planta no hay, en el B no funciona y la segunda carece de ella.

"Cada año los veranos son más duros. El año pasado hubo cosas difíciles. Cosas chungas. Pero como no se puede demostrar, no te puedo decir nada", explica prudente. No posee ningún diagnóstico que demuestre que algunas personas residentes han sufrido golpes de calor como el que podría haber padecido una mujer de 90 años que tuvo que ser ingresada hace solo unos días.

Sin embargo, la lógica les dice que sea lo que sea que hayan padecido, el calor pudo haber desencadenado problemas de salud, sobre todo porque las dos plantas sin refrigeración son aquellas en las que conviven las personas con un mayor deterioro cognitivo (la gravedad va descendiendo desde la primera hasta la cuarta).

Allí, en esa primera planta, tiene a su hermana la vicepresidenta de Asociación Plataforma por la Dignidad de las Personas Mayores en las Residencias (Pladigmare), Leonor Sánchez Acero. Apunta que la solución que han puesto de momento es instalar un pingüino en cada hall que divide cuatro habitaciones y dos baños, uno geriátrico y un aseo. Todo parches, indican, a pesar de que, como explica Juani Peñafiel Heras, responsable de residencias de CCOO, una inspección previa les exigía tener arreglado el sistema de refrigeración este mes de abril.

Un problema en centros de día

Pero a pesar de las polémicas que rodean a esta residencia pública que gestiona la empresa Aralia -que ya ha sido sancionada por la Comunidad de Madrid-, CCOO ha dejado claro que no es la única donde los residentes pasan calor, pese a que fuentes de la Comunidad de Madrid aseguran que existen sistemas de climatización en las zonas comunes de las residencias públicas y concertadas. Ellos niegan que sea así en todas.

Según la información recopilada por el sindicato, "en muchos centros de día, donde pasan buena parte del tiempo los madrileños dependientes, no funciona la climatización en las salas de estancia principales". Ponen de ejemplo el Centro de Día Almorós, Fátima o Pablo Neruda de El Pardo, "que tienen los equipos estropeados y donde los mayores tienen que aguantar temperaturas superiores a los 35 ºC, algunos en jornadas de hasta nueve horas diarias".

"En residencias del Grupo Vitalia, por ejemplo en Torrejón, la climatización está en perfecto estado pero restringen los horarios para ahorrar costes; en el centro de Griñón no funciona el aire en las zonas comunes, donde los residentes pasan la mayor parte del día; en la residencia de Carabanchel no funciona la climatización. En muchas de estas instalaciones se advirtió por parte de CCOO a los responsables de gestión para que se subsanaran las deficiencias, antes de que llegaran las altas temperaturas, pero no se han tomado medidas. En el Grupo Amavir, en su centro de Leganés hay dos máquinas enfriadoras y una no funciona, en Villalba solo funciona en el comedor y con horario restringido, en el resto no funciona", apuntan en un comunicado. "Pero hay más", afirma Peñafiel Heras.

Planes de contingencia y protocolos

El problema, según las asociaciones, es que todo lo relativo al control de la temperatura máxima de estos centros viene a ser por medio de recomendaciones, pero no de imposiciones. "De entrada, sobre el papel las residencias no tienen ninguna obligación de tener equipo de climatización", lamenta Miguel Vázquez, presidente de Pladigmare. La plataforma denuncia que la normativa de la Comunidad de Madrid para dar autorización administrativa a cualquier residencia privada únicamente señala que no se debe bajar de los 20 ºC en invierno, pero que del verano "no se dice absolutamente nada".

Fuentes de la Consejería de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad aseguran que tienen diversos protocolos frente a las olas de calor en los centros socio-sanitarios en coordinación con Sanidad. También apuntan que todos los centros disponen de planes de contingencia para combatir el calor adaptados a las características de cada uno de ellos. Este mismo año, la Comunidad de Madrid elaboró este mismo año un plan espacífico de intervención para centros sanitarios ante episodios de altas temperaturas que indican que no se pueden superar los 26 ºC.

Sin embargo, Vázquez critica que no dejan de ser recomendaciones y consideran que el tema es "suficientemente serio" como para ir un paso más allá. "Nosotros lo que les planteamos es si están haciendo cumplir el reglamento de instalaciones térmicas en los edificios", indica.

Un problema para los trabajadores

Irene Álvarez, responsable de Salud Laboral de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO (FSS-CCOO), recuerda que el calor no solo supone un grave riesgo para las personas residentes, sino también para los trabajadores. Aunque la Dirección General de Coordinación Sociosanitaria de la Comunidad de Madrid recomienda que la temperatura de las habitaciones no supere los 32 ºC, también ella recuerda que no existe ninguna imposición, así que estos días pueden subir fácilmente de los 35 ºC. En las zonas de lavandería aún más. Con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en la mano, asegura, esto no debería ser así.

"Nosotros insistimos en que se dé una solución rápida e inminnente antes los problemas que puedan ocasionarse en en un verano tan caluroso. Es un problema que no es solo de hoy. Estamos viendo cómo afecta el cambio climático. Necesitamos una intervención rápida en todos estos centros para no tener que sufrir consecuencias que pongan en riesgo la salud de los trabajadores y residentes", asegura Álvarez.

Preocupación generalizada

El tema preocupa en prácticamente toda España, pero todavía no se han hecho exigencias firmes. El último Consejo Territorial de la Dependencia que se celebró el pasado mes de mayo, el Gobierno central compartió con las comunidades autónomas la necesidad de establecer un escudo climático para proteger contra temperaturas extremas a los residentes ante futuras olas de calor. También se abordó la posibilidad de establecer protocolos de actuación ante las olas de calor.

Ahra, los profesionales sanitarios manejan dos tipos de alertas: el nivel amarillo, que se activacuando durante los siguientes cuatro días la temperatura es mayor de 36,5 ºC pero menos de 38,5 ºC, siempre que no ocurra durante tres días consecutivos, y el nivel rojo o alerta tipo 2, cuando las temperaturas son superariores a 38,6 ºC o superen los 36,5 ºC durante tres días consecutivos.

Las personas que viven en estos centros sociosanitarios están entre aquellas con más riesgo de sufrir problemas de salud debido a las altas temperaturas, especialmente quienes padecen enfermedades crónicas como afecciones cardiacas, insuficiencia respiratoria o renal, diabetes, parkinson o algunas enfermedades de salud mental.

Carmela Mañas, coordinadora del grupo de Trabajo Criterios de calidad asistencial en servicios sociosanitarios para personas mayores de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), también recuerda que muchos tratamientos, como los antihipertensivos, los antiistamínicos o los tratamiento diuréticos, pueden hacer que no se produzca bien la sudoración o que haya más deshidratación. Además, las personas dependientes o con discapacidad, como pueden ser los residentes con alzhéimer, no pueden adaptar su comportamiento para mantenerse frescos e hidratados.

Falta personal sanitarios

Por todo ello, indica que lo más importante es que un equipo multidisciplinar idenfique a aquellas personas que son más vulnerables y lleven a cabo todas las precauciones posibles, como cerrar las persinas, evitar la deshidratación, tomar sus constantes y tener una especial vigilacia de noche, entre otras medidas. El caso es que otro de los problemas del verano es que, a la ya de por sí escaso personal que hay, se produce una carencia de personal sanitario.

Tanto la profesional como Miguel Vázquez recuerdan que muchos de estos profesionales dejan los centros para cubrir bajas en los hospitales. Faltan manos para asear, dar comidas y, también, para controlar temperaturas. En definitiva: para cuidar a los mayores en una época del año que cada vez es más crítica.