"La seguridad del Teide deja mucho que desear", admite Canarias

"La seguridad en el Teide deja mucho que desear". Lo admite Blanca Pérez, consejera de Medio Natural, Sostenibilidad, Seguridad y Emergencias del Cabildo de Tenerife. El nuevo Gobierno de Canarias se ha puesto manos a la obra para resolver los problemas del Parque Nacional, cuyos medios para el control y la gestión se han quedado obsoletos ante la visita de cuatro millones de personas al año, que lo convierten en el paraje protegido que más personas recibe de Europa.

Las urgentes mejoras pasan principalmente por cuatro ejes: el refuerzo del personal de vigilancia y gestión, la aprobación con el máximo consenso de un nuevo Plan Rector de Uso y Gestión –se quedó a medio camino el pasado mandato–, la reapertura del Refugio de Altavista y la preservación de las más de 200 especies –la mayoría endémicas–, especialmente expuestas al cambio climático. "Tenemos que dar un salto para protegerlo mejor", reconoce Blanca Pérez.

El paraje declarado Patrimonio de la Humanidad tiene en este momento entre cuatro y cinco agentes para vigilar una enorme extensión de 19.000 hectáreas. Además, hay un retén de la Guardia Civil que es insuficiente para la cantidad de incidencias que se registran en el Parque. Encendido de bengalas, rutas en caballo, chuletadas, acampadas, indisciplina a la hora de respetar las sendas permitidas... Las acciones de los visitantes que infringen las normas se acumulan pero la mayoría queda sin reprimenda ni castigo por el déficit de personal.

Las prioridades son reforzar el personal del Parque Nacional y reformar el Refugio de Altavista

Una de las primeras medidas del Gobierno tinerfeño será negociar con el Gobierno de Canarias para completar la relación de puestos de trabajo (RPT). El Ejecutivo regional delegó las funciones en materia de gestión del Parque Nacional del Teide al Cabildo de Tenerife en 2015 pero mantiene competencias, como la del personal. "Vamos a plantear al Gobierno canario que los agentes del Parque Nacional tengan las mismas condiciones que las de los agentes del Cabildo para que las ofertas de empleo sean más atractivas a la hora de reforzar los medios humanos", explica Blanca Pérez.

La consejera de Medio Natural cree que debe haber "más implicación" de los cuerpos de seguridad con competencias para actuar en el espacio protegido, desde las policías locales de los ayuntamientos con suelo en el Teide hasta la Guardia Civil y la Policía Autonómica. "La idea es buscar la máxima coordinación para que entre los agentes del Parque Nacional y los cuerpos de seguridad se pueda incrementar el control", matiza. "Lo que no puede ser es que haya solo cuatro o cinco agentes para un espacio tan grande, frágil e importante para la biodiversidad de Tenerife", reconoce Blanca Pérez.

Otro de los retos es el Refugio de Altavista. El histórico inmueble donde pernoctan los que ascienden a la cima de España, ubicado a 3.270 metros de altitud, suma más de tres años cerrado, un periodo en el que ha sufrido daños por actos vandálicos, acumulación de basuras y deterioro, lo que complica y retrasa aún más cualquier previsión de reapertura.

El Cabildo tramita el proyecto de la depuradora de aguas residuales imprescindible para volverlo a poner en servicio, pero cuando esa instalación se ejecute aún quedará pendiente una reforma por los años de cierre, la decisión sobre su modelo de gestión y la contratación del personal especializado necesario para su correcto funcionamiento.

"Buscamos la máxima coordinación con los cuerpos de seguridad para vigilar el Teide", asegura Blanca Pérez

Al respecto, lo primero que va a hacer Blanca Pérez es que esta instalación deje de depender del área de Carreteras –"no tiene ninguna lógica"– y pase al de Medio Ambiente de la Corporación insular. Asimismo, el nuevo equipo de Medio Natural se va a poner a trabajar en la remodelación de un refugio que ha sufrido daños por el vandalismo. Un informe reciente cifra en 600.000 euros el coste de la rehabilitación.

El modelo de gestión

Suscríbete para seguir leyendo