Despiden a un socorrista en Galicia después de haber denunciado las carencias del servicio de salvamento

La empresa que gestiona el servicio de salvamento en las playas de Redondela (Pontevedra), Offshore Special Services S.L., ha despedido de manera fulminante al socorrista que la pasada semana denunció las condiciones precarias en las que desarrollan su trabajo por el mal estado del material y las carencias del elementos básicos, como aletas para el salvamento.

El escrito con las quejas, que contenía las firmas de apoyo de todos los trabajadores, fue metido el pasado miércoles en el registro del Concello por uno de los socorristas, José Vidal Moreira, ya que para entregarlo se requiere que el documento esté a nombre de una persona. Solo cuatro días más tarde, el domingo, la empresa le comunica al trabajador su despido, justificado por una bajada de rendimiento de forma continuada y por falta grave por usar el teléfono móvil particular durante la jornada de trabajo.

El afectado, que ya se ha puesto en contacto con la central sindical UGT para presentar una demanda contra la empresa por despido improcedente, asegura que las justificaciones que alegan para echarle de su trabajo “son falsas” porque ni ha bajado su rendimiento ni realizó llamadas personales durante la jornada de trabajo. “Tan solo llamé al coordinador y a un compañero socorrista por cuestiones de trabajo”, puntualiza. Y la otra llamada que dicen que realizó con su teléfono personal explica que “fue durante mi periodo de descanso, no en el horario laboral”.

Represalias

José Vidal considera que su despido se debe a las represalias por denunciar ante la Inspección de Trabajo y a través de los medios de comunicación la situación en la que se encuentran este año los socorristas de Redondela, que se encargan de la vigilancia de las playas de Cesantes y Arealonga durante los tres meses de verano. Entre las quejas –respaldadas también por sus compañeros–, señala que las torres de vigilancia de la playa de Cesantes se encuentran muy deterioradas por falta de mantenimiento, con la madera podrida, tablas sueltas y tornillos oxidados, lo que supone un riesgo de accidentes y caídas.

Otras de las deficiencias denunciadas es que a los socorristas no les han entregado la ropa que aparece en el convenio –dos camisetas, dos bañadores y una sudadera–, ni las aletas para realizar rescates, algo imprescindible para las actuaciones de salvamento en la playa.

También que una de las dos camillas para la atención de los heridos no se puede usar por su mal estado y que el material sanitario es escaso, faltando elementos básicos como un collarín, un tensiómetro o hielo.

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