Ancianos y salud mental

Los suicidios y depresiones se disparan a partir de los 70 años: "Se sienten abandonados por la sociedad"

Se trata de un grupo de edad que duplica la tasa de suicidio, la mitad de las mujeres tienen síntomas depresivos y el índice de diagnóstico llega a cuadruplicar la media, muy por encima de la realidad de los adolescentes

Los suicidios y depresiones se disparan a partir de los 70 años: "Se sienten abandonados por la sociedad".

Los suicidios y depresiones se disparan a partir de los 70 años: "Se sienten abandonados por la sociedad".

Elisenda Colell

No puede evitar llorar mientras mantiene pegada su oreja al teléfono. "La soledad me ha aprisonado. Tengo la tristeza impregnada en la piel, en el alma y en el corazón. Y me da mucha tristeza verme así", se sincera Macarena (nombre ficticio), una vecina de Barcelona de 67 años que tiene dignosticada una depresión y ha tratado de quitarse la vida en varias ocasiones. Su caso muestra una realidad creciente e invisibilizada. Los mayores de 70 años están a la cabeza de los peores datos en salud mental. Se trata de un grupo de edad que duplica la tasa de suicidio, la mitad de las mujeres tienen síntomas depresivos y el índice de diagnóstico llega a cuadruplicar la media, muy por encima de la realidad de los adolescentes. Los especialistas ven una falta flagrante de medios para atenderles de forma específica y las entidades aseguran que es un síntoma más del olvido social en el que se encuentran.

Este grupo de edad duplica la tasa de suicidio y la mitad de las mujeres tienen síntomas depresivos

Hace años que el dolor de huesos impide a Macarena llevar una vida normal. "Ir al supermercado es para mí un calvario", cuenta la mujer, que pide preservar su anonimato. Sufre fibromialgia y fatiga crónica. El dolor le acompaña desde hace años, y le cuesta más salir de casa. Sus hijos y nietos viven lejos de Barcelona, donde ella ha crecido. Y los vecinos con los que mantenía contacto y se preocupaban por ella se han ido a otros lugares. Resultado: "Estoy muy sola y siento que no sirvo para nada. Me paso el día en el sofá sin nada que hacer", explica, sollozando. "¿Que cómo hago vida social? Mirando por el balcón", lamenta.

El caso de Macarena sirve para entender los alarmantes datos sobre el mal estado de salud mental que acusan los ancianos. Jubilaciones traumáticas, enfermedades incapacitantes, pérdida de movilidad, soledad, aislamiento, problemas económicos por las bajas pensiones, falta de cuidados o el empeoraminto de otras patologías son algunos de los factores de riesgo que han hecho que los problemas de salud mental se hayan agravado. "A veces un suicidio se desencadena con la primera incontinencia urinaria", cuenta el doctor Manel Sánchez, subdirector mèdico del hospital psiquiátrico Sagrat Cor de Germanes Hospitalàries y presidente de la Sociedad Española de Psicogeriatría. "El problema fundamental que tenemos es que existe una prevalencia muy alta y una enorme dificultad de dar un atención especializada", sigue el especialista.

Alta letalidad

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, los mayores de 75 años duplican la tasa media de suicidios consumados en España. Los hombres mayores de 80 años cuadruplican la media estatal. "En los hombres mayores de 65 años se registra una muerte por suicidio por cada cuatro intentos, cuando en los adultos es de uno por cada 35. Por desgracia, lo consiguen al primer intento, la letalidad es muy alta", señala Pérez. El segundo problema de la salud mental en los ancianos es la depresión, según Pérez. El 7% de las personas entre 65 y 70 años tiene dignosticada una depresión, el doble que los adolescentes. Pero el porcentaje crece a medida que avanza la edad y llega al 16% de los mayores de 85 años. La enfermedad toca especialmente a las mujeres. Casi de la mitad de las mayores de 85 años (el 43%) tiene síntomas compatibles con la depresión.

"Estos son los datos oficiales, pero se estima que la realidad es aún peor: la situación es horrible, es tremenda", lamenta Josep Anton Pérez, voluntario de la asociación Avismón -que acompaña a personas mayores que se sienten solas-, y también del Teléfono de la Esperanza, que cuenta con una línea de apoyo a las personas con conductas suicidas. En Avismón, Pérez sigue a un grupo formado por una decena de mayores que tienen problemas de salud mental. La mayoría de ellos son derivados por médicos o servicios sociales, o alertados por vecinos del entorno.

El 70% de los ingresos en Psiquiatría Geriátrica son por conductas emocionales, mayoritariamente provocadas por depresiones o intentos de suicidios

Abandonados por la sociedad

La mayoría de las personas que Pérez visita tienen depresión o ansiedad, y algunos de ellos han intentado quitarse la vida. "Son personas que viven solas y se sienten solas, que se sienten abandonadas por la sociedad. Piensan que les hemos dejado atrás, que los convertimos en invisibles. Y entonces optan por una estrategia de autodefensa, que es cerrarse aún más", opina Pérez, que ve en sus visitas un efecto calmante. "Solo con que les escuches, la ansiedad ya disminuye", asegura. "Yo también creo que con la pandemia la salud mental de los mayores ha empeorado, porque las restricciones nos afectaron muchísimo y la inflación que vino después ha dificultado aún más el día a día. ¿Que pasará conmigo? ¿Tendré dinero para pagar la residencia? ¿Seré una carga para mis hijos? Tenemos la sensación de que estamos indefensos", afirma Josep Carné, presidente de la Federació d'Associacions de Gent Gran de Cataluña. También apunta, al igual que Pérez, que muchas personas mayores entienden los problemas de salud mental como un estigma. "No piden ayuda porque piensan que los psicólogos son para la gente que está loca", señala Carné.

"Si tratáramos a todos los mayores con depresión, los datos bajarían de forma radical", afirma el psicogeriatra Manel Sánchez

El psicogeriatra insiste en la necesidad de tratar bien a todas estas personas y detectar los problemas a tiempo: el 14% de los mayores de 65 años, apunta, sufren patologías de salud mental. En el Sagrat Cor de Martorell existe la única unidad de urgencias de psiquiatria geriátrica (especializada en mayores de 65 años) de Cataluña, y la segunda en toda España. El 30% de los pacientes llegan por problemas de conducta a causa de una demencia, y el 70%, por conductas emocionales, mayoritariamente depresiones o intentos de suicidios. "Si controláramos, atendiéramos y tratáramos a todos los mayores con depresión, los datos bajarían de forma radical", señala el especialista.

Atención especializada

Su especialidad, la psicogeriatría, sigue sin reconocerse en España. "Necesitamos que a estas personas se las atienda de forma específica: tienen muchos problemas de salud física asociada pero, además, expresan las patologías mentales de forma distinta a otras franjas de edad", insiste. Y pone de ejemplo la psicología y psiquiatría infantil. También señala que muchos de sus pacientes acarrean traumas de toda una vida, o enfermedades mentales. "Es la primera vez en la historia de la medicina que vemos a pacientes de edades tan avanzadas, y la ciencia aún no conoce lo suficiente para establecer cómo evolucionan las enfermedades", explica. Sin embargo, sí tiene una certeza. "La evolución demográfica nos dice que esto irá a más: debemos poner recursos".

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