Salud Sexual

Solo el 16% de las menstruantes piden la baja por regla dolorosa: "Prefieren pasar el día como pueden"

El estigma social sigue lastrando el derecho a solicitar la baja menstrual

Las mujeres jóvenes son las que sufren reglas más incapacitantes.

Las mujeres jóvenes son las que sufren reglas más incapacitantes. / UNSPLASH

María G.San Narciso

Las personas con menstruación incapacitante tienen derecho a la baja laboral temporal en España desde el pasado 1 de junio. Pero solo un 16,8% la ha solicitado o ha dejado de ir a su puesto de trabajo por problemas de salud derivados de su regla, pese a que un 33,4% sintió la necesidad de hacerlo como consecuencia de los dolores o de sus sangrados.

"Que llamen a su empresa y digan que igual no pueden ir porque no se encuentran bien, ya no por Covid ni por una gripe terrible, sino por la regla, no se ve bien laboralmente. Y ellas no quieren vivir ese estigma social. Prefieren pasar el día como se pueda en el trabajo a reconocer que están sufriendo una enfermedad", explica José Cruz Quílez Conde, titular de la Sociedad Española e la Contracepción (SEC).

Junto al presidente de la Fundación Española de Contracepción (FEC), José Guitérrez Alés, han presentado los datos actualizados sobre la menstruación en la Encuesta SEC 2022. Estos muestran que hasta un 37,6% de las mujeres tienen dificultades para hacer su vida normal a consecuencia del dolor y/o el sangrado, especialmente entre las menores de 30 años.

Más problemas para las jóvenes

Porque hasta un 71,2% de las encuestadas entre 15 y 49 años reconocen tener dolor con la menstruación. Un 45% necesitan tomarse alguna medicación, porcentaje que se elevan en el caso de las menores de 25 años: el 60% de las jóvenes entre 24 y 20 tienen que consumir algún analgésico o utilizar un método anticonceptivo para reducir las molestias; un 56% en el caso de aquellas que tienen entre 15 y 19 años.

Sin embargo, solo el 16,8% ha solicitado la baja o no ha acudido a su actividad como consecuencia de la mensturación, la mitad de las que manifestaron haber sentido la necesidad de hacerlo.

Las que más requieren esta medida son las menores de 25. En esta población, el porcentaje llega al 30%, pero dista mucho de las que aseguraron sentir que no podían realizar sus labores por la regla (alrededor del 50%). Quizá porque, también las más jóvenes, consideran que la baja puede tener consecuencias laborales (el 54,6%). Los doctores achacan esto a que, siendo las que peor lo suelen pasar con la menstruación, son a la vez las que ejercen trabajos más precarios. "Son las que habitualmente tienen que intentar sobrevivir al día a día", lamenta Gutiérrez Alés.

En general, las mujeres con estudios universitarios (55,2%) y las que tienen ingresos altos (59%) son quienes más temen un desenlace negativo por acceder a este derecho. Pero la gran mayoría, por este o por otros motivos, descartan la idea de frenar su vida a pasar de los dolores o las molestias. "Las amas de casa. ¿ a quién le dicen que están para meterse a la cama? ¿A los hijos que le están pidiendo el desayuno? ¿Al marido?", se pregunta el presidente de la Fundación Española de Contracepción.

Falta concienciación

Existe cierto pudor, cierto miedo a las repercusiones pero, sobre todo, una gran falta de concienciación y de información por parte de la sociedad de lo que implica tener una regla dolorosa.

José Cruz Quílez insiste en que la salud sexual incluye el acceso a unos servicios de salud en los que los profesionales sanitarios estén formados en problemas menstruales, especialmente en la Atención Primaria, y que los servicios docentes y los empleadores tengan conciencia de lo que esto supone.

Todo ello ayudaría a garantizar que la salud sexual y reproductiva fuera realmente un derecho.