Rescate complejo

El duro relato del montañero que estuvo más de 17 horas atrapado en los Picos de Europa: "Si no tengo cobertura, ahí quedo"

Un excursionista ovetense perdido en Amieva que sufrió una fuerte caída tuvo que pasar la noche con sus rescatadores hasta ser evacuado por un helicóptero

Descansa en el HUCA con un traumatismo craneal

El montañero accidentado en los Picos, descansando en un saco después de ser rescatado por los agentes. En el cuadrado, Alberto Alonso, uno de los agentes que participaron en el rescate.

El montañero accidentado en los Picos, descansando en un saco después de ser rescatado por los agentes. En el cuadrado, Alberto Alonso, uno de los agentes que participaron en el rescate. / LNE

Xuan Fernández

"Si no llego a tener cobertura y batería igual quedo ahí, tuve suerte". Un montañero de Oviedo se llevó este fin de semana el susto de su vida en los Picos de Europa cuando hacía la ruta de los Sedos de Ozania, en el valle de Angón (Amieva). El excursionista estuvo más de 17 horas atrapado en la montaña hasta que pudo ser evacuado en helicóptero tras una compleja actuación que requirió la participación de seis personas: tres Guardia Civiles del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim), dos rescatadores del Grupo de Rescate de Bomberos de Asturias y una médica de ese mismo departamento.

Cuatro de ellos tuvieron que hacer noche con el montañero hasta que hubiese luz para completar el rescate. El ovetense, fruto de una fuerte caída, tenía la cara ensangrentada, sangre en la nariz y en los oídos y un fuerte golpe en la rodilla. "Me gusta mucho la montaña, pero a partir de ahora intentaré hacer las rutas de otra manera y ser más prudente, que ya voy teniendo años", explicaba el excursionista, de 50 años y con décadas de experiencia en la montaña, desde la planta de Neurocirugía del HUCA, donde estará ingresado unos días. "Me han dicho que no habrá problema, pero tengo que estar en observación por los golpes en la cabeza. El golpe que me di fue tremendo, no puedo ni echarme y tengo que estar incorporado", dice el montañero, de buen humor, que agradece el trabajo a sus rescatadores: "Se portaron conmigo fantásticamente, estuvieron pendientes todo el rato y no hubiese salido de ahí sin ellos".

Este ovetense, que prefiere no revelar su identidad porque muchos de sus cercanos desconocen su percance y no los quiere asustar, explica en primera persona lo sucedido, que define como "el susto de su vida". Empezó la ruta, muy complicada y en subida, sobre las 11 de la mañana, saliendo desde la Central de Restaño (Amieva). Todo iba bien, hasta que se perdió. "Estaba bajando y el camino que cogí no era el bueno. Di la vuelta, pero se me hizo de noche y me empecé a poner nervioso. Me dije a mí mismo: ‘Tengo que bajar con ritmo rápido’. Iba acelerado y al bajar por una especie de cauce de un río, con un montón de cascadas, resbalé y me pegué un golpe muy fuerte. No me quedé inconsciente, pero me dolía muchísimo la pierna y casi no podía moverme".

"Era inviable bajarle de noche con una camilla", asegura uno de los agentes del rescate

La zona era una especie de embudo, con una cascada cercana y el suelo era de roca y de hierba seca, a 1.100 metros de altitud. El montañero, afortunadamente, pudo utilizar su teléfono para llamar a la Central Operativa de Servicios de la Guardia Civil, que inmediatamente activó el rescate. La llamada se registró a las 19.41, pero hasta las 21 horas los agentes no pudieron localizarle. "Nos costó muchísimo llegar porque la ruta es peligrosa y si no conoces el terreno es complicado. Dudamos mucho, de si ir a un sitio o a otro, porque además el montañero estaba muy desorientado por el golpe y por teléfono se contradecía en sus indicaciones", explica Alberto Alonso, Guardia Civil del GREIM, el primero en llegar a socorrer al ovetense junto a otro compañero. "La espera se me hizo larga y angustiosa, yo veía luces de linternas y gritaba, pero no me localizaba nadie. No estaba seguro ni de dónde estaba. Cuando los vi llegar vi la luz", detalla el montañero. Los agentes le vendaron la cabeza. "Tenía la frente en carne viva y tuvo muchísima suerte de tener cobertura, porque si no igual queda ahí", indica Alonso. También le pusieron un vendaje.

Poco después, ya de noche, también llegó la médica y otros dos rescatadores. Lograron situar al montañero en una camilla, le abrigaron con mantas y guantes, también le pusieron una vía. Alberto Alonso, leonés de 52 años y del Grupo de Rescate de Cangas de Onís, con décadas de experiencia, fue el que tomó la decisión de que el herido pasase la noche en la montaña hasta que amaneciese, en vez de intentar bajar a pie por la noche. "Era inviable bajarle por ahí con una camilla y decidimos que se quedasen con él la médica, un Guardia Civil y dos rescatadores", narra, tildando esa senda como "intransitable, antigua y malísima". La noche se hizo larga. "Pasé un frío terrible, no paré de tiritar y menos mal que tenía un saco. Aún así, pese al golpe, pude dormir unas horas", recalca.

Para dar más complejidad a este ya de por sí aparatoso rescate, el helicóptero medicalizado que acudió a evacuar a este ovetense tuvo que retrasar su salida debido a la niebla que había en el aeródromo de La Morgal (Llanera). Finalmente pudo hacerlo, poco antes de las 13.00 horas, llevando al accidentado al hospital, donde descansa hasta poder irse a casa. Insiste en que ha aprendido la lección y no volverá a ir solo en una ruta. "Le cogí mucho respeto y te das cuenta que no es sencillo. Nunca me había ocurrido algo así y aprovecho para decirle a la gente que tenga cuidado", finaliza, ya tranquilo, el ovetense accidentado.

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D. M., Pola de Lena

El montañero accidentado en los Picos de Europa no fue el único susto del fin de semana en la región, ya que un varón resultó ayer herido tras sufrir una caída de unos 300 metros en la cresta de la Forqueta del Portillín, en Lena. El afectado, que presentaba un politraumatismo y al parecer también se rompió una costilla, fue evacuado al HUCA por el equipo de Rescate de Bomberos de Asturias, a bordo del helicóptero medicalizado del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA), al igual que el ovetense de 50 años de los Picos de Europa. En esta ocasión el rescate fue mucho más rápido, fundamentalmente porque era de día y no había problemas de visibilidad, como en los Picos. El centro de coordinación de Emergencias recibió el aviso a las 15.13 horas. En la llamada se indicó que una persona había caído por un desnivel unos 300 metros, cuando hacía senderismo con otros dos acompañantes. De inmediato se movilizó al Grupo de Rescate, a bordo de la aeronave medicalizada. Una vez en la zona, una médica y un bombero accedieron al afectado, tras quedar en tierra mediante una operación de apoyo de patín del helicóptero. Otro bombero rescatador se quedó a bordo y un tercero estuvo con los dos acompañantes del hombre accidentado. A estas dos personas se las trasladó al refugio del Meicín. 

El varón accidentado fue atendido, monitorizándolo y suministrándole analgesia para controlar sus heridas, además de proceder a su total inmovilización colocándole collarín y ferno-ked y tablero espinal. Una vez listo, se procedió a su extracción en la camilla de rescate, mediante una operación doble de grúa, en la que salió junto a la médica, que le atendió en todo momento durante el operativo. Tras subir a bordo del helicóptero al resto de los integrantes del grupo de rescate, se procedió a su evacuación al HUCA. El equipo de rescate dio por finalizada la intervención a su llegada a base, a las 17.33 horas.

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