La OCU saca de dudas: Así se ordena una nevera y estos son los alimentos que no se guardan en el frigo

Organizar adecuadamente una nevera es importante por varias razones. En primer lugar, una organización eficiente ayuda a mantener la frescura de los alimentos y a prevenir la contaminación cruzada. Al colocar los productos en los lugares adecuados, se puede minimizar la posibilidad de que los alimentos se estropeen prematuramente o se contaminen con bacterias dañinas. Además, una nevera bien organizada facilita la visualización de los alimentos disponibles, lo que puede ayudar a reducir el desperdicio al recordar consumir los productos antes de que caduquen.

Una buena organización de la nevera también puede contribuir a la seguridad alimentaria al mantener ciertos alimentos, como carnes crudas, separados de los alimentos listos para consumir para evitar la propagación de bacterias nocivas. Asimismo, una disposición ordenada puede ayudar a optimizar el espacio de almacenamiento, permitiendo que los alimentos se enfríen de manera uniforme y eficiente, lo que ayuda a mantener una temperatura interna constante y adecuada para la conservación de los alimentos. En resumen, una nevera bien organizada no solo promueve la frescura de los alimentos, sino que también contribuye a la seguridad, la eficiencia y la reducción del desperdicio alimentario.

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Las recomendaciones de la OCU

La Organización de Consumidores y Usuarios es una asociación española sin ánimo de lucro que defiende los derechos de los consumidores y usuarios en diferentes áreas, informando y asesorando los intereses de los consumidores. En este caso la OCU ha lanzado una serie de recomendaciones dirigidas precisamente a la óptima organización de la nevera.

Estos son los puntos a seguir para organizar la nevera:

• En los cajones, los productos que dispondremos son esencialmente frutas y verduras.
• En la bandeja inferior, se deben colocar los alimentos perecederos como carne y pescado, priorizando lo más fresco y crudo. 
• En la bandeja central es ideal reservar espacio para alimentos cocinados, embutidos, productos lácteos y quesos, asegurando una adecuada separación para evitar la contaminación cruzada. 
• Por último, en la bandeja superior, se pueden ubicar las conservas y los huevos, garantizando así una disposición ordenada y accesible.

Gestionar eficientemente las existencias en la nevera es fundamental para evitar el desperdicio de alimentos y su correcta conservación. Se recomienda consumir primero aquellos productos que caduquen pronto o que hayan sido adquiridos recientemente, manteniendo un control sobre las fechas de vencimiento para garantizar su frescura y seguridad alimentaria.

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Es crucial mantener un monitoreo regular de la temperatura del refrigerador para asegurar que se encuentre dentro de los rangos adecuados de conservación. Evitar sobrecargar los estantes facilita la circulación del aire frío y ayuda a mantener una temperatura uniforme en todo el interior del frigorífico. Asimismo, es importante mantener los alimentos alejados de las paredes para prevenir la formación de puntos calientes que puedan afectar su calidad.

Cerrar herméticamente la puerta del refrigerador es esencial para conservar la temperatura interna de manera estable. El abrir y cerrar repetidamente la puerta puede ocasionar fluctuaciones de temperatura que pueden comprometer la frescura de los alimentos almacenados. Además, elegir envases adecuados para cada tipo de alimento contribuye a mantener su calidad y frescura por más tiempo, ya sea utilizando envases de aluminio para carnes y pescados, papel film para embutidos y quesos, o recipientes de vidrio para alimentos cocinados o líquidos. Es importante recordar que algunos alimentos no deben guardarse en el refrigerador, como las frutas exóticas, patatas, pan, productos con levadura, cítricos y tomates, los cuales pueden conservarse mejor a temperatura ambiente durante un máximo de tres semanas.

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