Los cinco integrantes de una banda organizada han sido condenados a dos años de prisión cada uno de ellos y a una multa de 1.176 euros, como autores de un delito de estafa por anunciar falsos trabajos de chico de compañía y pedir a los interesados que transfirieran dinero para poder acceder a la supuesta oferta de empleo. En total, los cinco sentenciados, tres hombres y dos mujeres, se quedaron, entre los años 2006 y 2007, con 186.400 euros de 15 afectados a los que ahora deberán indemnizar y entre los cuales también se encontraban vecinos de Castellón.

Sin embargo, la lista de víctimas podría ser de hasta 180 personas de toda España, que no han podido ser localizadas. Así lo confirmó la Policía Nacional, que en el 2011 detuvo en Fuengirola (Málaga) al grupo organizado.

La Audiencia Provincial de Toledo ha condenado ahora a los integrantes de la organización.

‘MODUS OPERANDI’

Las víctimas de la estafa eran captadas a través de anuncios publicados por el grupo organizado, en los que se les ofrecía trabajo como gigolós. En la oferta se especificaba que el trabajo tendría una alta remuneración. Una vez que los hombres se ponían en contacto con la supuesta empresa, se les direccionaba a distintas páginas web en donde se detallaban las condiciones del puesto y se les solicitaba que ingresaran una suma de dinero en concepto de fianza.

Así, las víctimas se veían obligadas a transferir previamente a distintas cuentas corrientes cantidades que rondaban los 300 y 400 euros. Una vez recibido el dinero, las llamadas se sucedían, pidiendo más transferencias a los afectados, prometiéndoles que se trataba de un seguro de responsabilidad civil y que esa suma se les devolvería una vez completaran con éxito el trabajo, según declara probado la setencia.

La falsa empresa les garantizaba tramitar sus encuentros con las mujeres interesadas en contratar sus servicios, relaciones que nunca llegaban a producirse. Y es que los ahora condenados nunca volvían a ponerse en contacto con los perjudicados una vez obtenían el dinero deseado.

Según informó la Policía Nacional hace seis años, la banda estaba compuesta por un matrimonio encargado de organizar y dirigir las estafas, el hermano mayor de la mujer, experto en informática, y tres jóvenes cuya función era abrir distintas cuentas bancarias a cambio de un 5% de los beneficios. Cinco de los seis implicados han sido, finalmente, juzgados y condenados.

Los procesados han reconocido los hechos en sede judicial y han aceptado la pena de dos años de prisión y una multa de 1.176 euros por el delito de estafa.