Agentes de la UDYCO de la Policía Nacional de Castellón sorprendieron al acusado Rául S. en mayo del 2019 con tres kilos de cocaína cuando salía de un trastero de la finca en la que residía en Castelló --aunque no era el que correspondía a su vivienda--. El acusado, que se encuentra en prisión preventiva, se enfrenta a una pena de 13 años de cárcel por tráfico de drogas y blanqueo de capitales y ayer se sentó en el banquillo de los acusados en la primera de las dos jornadas del juicio que se sigue contra él en la Audiencia Provincial.

No es el único procesado. También están acusados su novia, para quien el fiscal solicita cinco años por blanqueo de capitales --sostiene que compraba artículos de lujo con dinero procedente del narcotráfico-- y una tercera persona, a quien la Policía Nacional relaciona con los hechos tras haber hallado una huella suya en cinta aislante que se encontraba en el citado trastero de la capital de la Plana.

El principal acusado solo respondió ayer a las preguntas realizadas por su abogado defensor, en las que no se hizo mención alguna a los tres kilos de cocaína que le requisaron los investigadores. Raúl S. alegó que los gramos sueltos que encontraron en el registro de su domicilio eran para «autoconsumo» y dijo dedicarse a la «compraventa de coches».

Su pareja también decidió responder solo a su letrado. Afirmó que su familia le daba continuas cantidades de dinero en metálico para sufragar sus gastos y también hizo alusión al cobro de una herencia en efectivo para justificar los movimientos económicos y el alto nivel de vida al que los investigadores hacen alusión. Preguntada si sabía que su pareja se dedicaba al tráfico de drogas, dijo: «Nunca lo hubiera imaginado».

Por su parte, el tercero de los acusados aseguró que solo ayudó a la pareja a llevar a cabo una mudanza. «Me ofrecí a ayudarlos porque ella era amiga de mi hermana. Embalé cajas y las cargué», contó el acusado, quien se desvinculó del tráfico de drogas y dijo ser «un humilde trabajador».

Varios efectivos de la Policía Nacional han recordado que en casa de la pareja se hallaron más de 14.000 euros en efectivo y básculas de precisión con restos de cocaína, así como una máquina para contar billetes.

«En la casa había muebles y electrodomésticos de alta gama, así como también facturas de móviles de más de mil euros y reservas de viajes. En definitiva, un nivel de vida que no se correspondía con sus ingresos. Él llevaba casi diez años sin trabajar», sentenció uno de los investigadores.