Todas las medidas de precaución son pocas cuando se trata de proteger el tesoro natural de nuestra provincia, que se ve amenazado más seriamente con la llegada del buen tiempo y las salidas de los excursionistas, sobre todo los fines de semana. Por eso, no es de extrañar que el pasado verano fuera uno de los más benignos para las zonas de vegetación de Castellón, en parte por las lluvias caídas en la primavera de ahora hace un año, que dejaron un nivel de humedad en el terreno que previno los incendios forestales. Pero también por un estado de confinamiento y semiconfinamiento que retrajo la devastadora acción del ser humano.

Los trabajos de extinción del incendio en Sant Joan de Moró, este pasado lunes

Pero a pesar de las mejora de las estadísticas de siniestros naturales en nuestros montes siempre existen imponderables que hacen necesario no bajar nunca la guardia en la lucha contra el fuego en la naturaleza. Un ejemplo lo tenemos reciente. Este pasado lunes la rápida actuación de los bomberos del Consorcio Provincial de Castelló impidió que un pequeño incendio en el término municipal de Sant Joan de Moró tuviera consecuencias graves. Tras la extinción del incendio, que afectó a 0,03 Ha de terreno natural, los especialistas del CPBC pudieron deducir las causas del siniestro, casi con total seguridad generado por un rayo.

Imagen del impacto de un rayo en un árbol, en Moró

El aparato eléctrico durante la pequeña tormenta que tuvo lugar la tarde del incendió provocó un incendio forestal que en este caso no ha sido importante, pero en otros años la caída de rayos ha provocado casi el 40% de los incendios forestales en la Comunitat Valenciana. Las imágenes captadas por el CPBC muestran el impacto de un rayo sobre un pino, que rápidamente degeneró en el fuego.