Benicarló volvió a registrar ayer un importante despliegue policial para intervenir en dos edificios okupados. Patrullas de la USECIC de la Guardia Civil de Castellón cerraron desde las 8.00 horas la calle Llauradors de la localidad por dos accesos. Tal y como pudo confirmar este diario, agentes fuertemente armados y con chalecos antibalas acompañaron a representantes de una compañía eléctrica para, según explicaron fuentes policiales, cortar el suministro en un edificio que está okupado en su totalidad y que ha sido objeto de numerosas quejas vecinales en los últimos tiempos.

Los efectivos de la Benemérita dan apoyo a una compañía eléctrica para cortar el suministro de un edificio. SÁNCHEZ

Pero no fue la única intervención realizada, puesto que después los efectivos se marcharon a otro bloque de pisos ubicado en el paseo Febrer Soriano, que lleva a la estación de Benicarló.

Estas operaciones se suman a la batalla campal registrada hace solo un mes en Benicarló, cuando la UCESIC y la Policía Local tuvieron que desplazarse a otra finca tomada por okupas en la calle Hernán Cortés, tras los graves altercados vividos entre los residentes en el bloque y una empresa de desokupación. En esa ocasión, se vivieron momentos de mucha tensión al encaramarse uno de los okupas a la azotea y lanzar una placa de mármol a la calle para intimidar a los presentes.

Un vecino de un edificio próximo logró captar el momento del lanzamiento y, gracias a eso, fue posible la identificación del joven que tiró la encimera de una cocina, que se hizo añicos en en suelo de la vía pública. Días después, la Guardia Civil hacía pública su detención por un presunto delito de homicidio en grado de tentativa.

No fue el única lanzamiento, ya que se tiraron enseres domésticos desde ventanas de la finca.

Los problemas por la okupación de inmuebles en zonas como Benicarló y Vinaròs van en aumento desde hace unos meses.