Mientras los equipos de rescate siguen en las labores para hallar a la mujer que todavía está desaparecida en el derrumbe de un bloque de la urbanización Font Nova de Peñíscola, la principal incógnita es saber lo que ocurrió para que un edificio de apenas 30 años desde su construcción se viniera abajo. Maite Alarcón es una vecina de València que tenía uno de los apartamentos en el área afectada, y comentó que en un grupo de Whatsapp de vecinos "alguien comentó que vio una grieta". La catástrofe ocurrió unas horas más tarde.

El apartamento de Maite no es de los que se ha venido abajo, pero no podrá acceder a sus pertenencias hasta que culminen las labores de rescate. "Yo estaba de paseo en otra parte de la urbanización, y de repente escuchamos un gran estruendo, como si estuvieran haciendo una obra de derribo". Al acercarse, mientras trataba de digerir la incredulidad de lo que iba pasando, "cayó la otra parte, y no das crédito a lo que pasa, te quedas en shock".

Maite Alarcón, una de las vecinas afectadas Andreu Esteban

Los primeros momentos estuvieron marcados por "la incertidumbre de saber quién estaba y quién no, y si estarían vivos", hasta que se supo quiénes eran los desaparecidos. "Llevaban unos cuatro o cinco años, y vivían de forma permanente en Font Nova", destacó. Maite conocía bien a la familia, ya que durante el confinamiento de la población por el coronavirus "lo pasamos juntas aquí". El bloque registra poca actividad en invierno, pero en esta segunda quincena de agosto tenía una considerable ocupación. La suerte quiso que la mayoría estuvieran fuera cuando ocurrió la desgracia.

Otro aspecto que destaca es la solidaridad de los vecinos de la zona. "Se nos ofreció ubicarnos en un hotel, pero una mujer que vive cerca nos invitó a estar en su casa". No sabe cuándo podrá volver a su propiedad, ni el destino que le espera después de ver las inmediaciones reducidas a escombros.

Lluvias

A la espera de realizar las correspondientes peritaciones, varios vecinos consultados por Mediterráneo coinciden en señalar que en las horas previas cayó una fuerte tromba de agua. La noche del martes al miércoles cayeron más de 60 litros por metro cuadrado en la ciudad, y también hubo un fuerte chaparrón en la mañana del miércoles, horas antes del siniestro. En la urbanización Font Nova, situada a unos cinco kilómetros del casco urbano de Peñíscola, "esa mañana llovió mucho más por aquí". Aún así, la mayoría indica que no habían detectado problemas estructurales de consideración. En todo caso, serán las conclusiones de las investigaciones las que esclarezcan las causas.