SUPE Market es un negocio ubicado en la Ciudad del Transporte de Castelló que abrió sus puertas hace ya más de diez años, pero durante este tiempo nunca habían sufrido un suceso tan desagradable como el de esta semana, cuando una mujer quiso robar varios productos y al solicitarle los empleados que los pagara o los dejara “comenzó a gritar y a pegar a la dependienta”, como recuerda uno de los socios del establecimiento. 

El desagradable episodio sucedió el pasado miércoles al mediodía. “Entraron dos personas. Parecían educadas, llegaron con un coche de la marca Mercedes e iban bien vestidas, pero vimos que introducían varios productos en el bolso e intentaron llevárselos sin pagar”, recuerda el mismo accionista de origen oriental, todavía asustado, a este periódico. “Nos ha pasado lo mismo alguna vez, pero la gente hasta ahora dejaba las cosas o las pagaba, pero esta mujer se puso muy agresiva, lo tiró todo al suelo, rompiendo varios productos y pegó a la dependienta, agarrándola del pelo. Todavía tiene miedo”, afirma el accionista del establecimiento ubicado en la avenida de Lairón.

Los cinco trabajadores que se encontraban en ese momento en el establecimiento, así como varios clientes, llamaron a la policía, pero la presencia de los agentes tampoco tranquilizó a la triste protagonista de esta historia: “El hombre que le acompañaba estaba más tranquilo y no nos quiso pegar, pero ella estaba como ida; le gritaba hasta a la policía. Después de que se la llevaran detenida volvió por la tarde gritando a la tienda y también volvió al día siguiente”. Desde el establecimiento presentarán denuncia contra la agresora, de 58 años de edad. 

Desde la tienda admiten que tardarán en olvidar este episodio: “En ese momento éramos cinco trabajando y solo podíamos defendernos. Era muy agresiva”. La pareja en cuestión, como publicó la Policía Local de Castelló, intentó sustraer varios objetos por valor de más de 150 euros. También desde el cuerpo destacaron en su comunicado que la trabajadora “sufrió varias lesiones en la cabeza y en el cuerpo al ser arrojada contra una estantería del establecimiento”. La mujer, que responde a las iniciales Z. B. y cuenta con 58 años, y el hombre, R. S., de 40 años, fueron detenidos por un presunto delito de robo con violencia e intimidación.