Entre los sucesos más inquietantes que pueden llegar a producirse se encuentran, posiblemente, los hallazgos de cadáveres sin identificar, y en la provincia de Castellón ya van dos en apenas 5 meses. Las circunstancias del macabro descubrimiento han sido en ambos casos similares, los cuerpos estaban dentro del agua; por lo que se sabe hasta el momento, en ninguno se conoce su identidad y, a modo de curiosidad, los dos aparecieron en viernes. Y hasta aquí las coincidencias.
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El primer incidente de estas características se produjo el pasado marzo. Emergencias recibió el aviso de que dentro del agua, en la zona de la Costa Nord de Vinaròs, había un cuerpo flotando. El servicio de rescate acuático de los bomberos acudió al lugar indicado y extrajeron el cadáver de un hombre de mediana edad, tal y como se notificó de manera oficial.
Nada se supo en aquel momento de las causas de la muerte ni su identidad. A día de hoy, no ha trascendido esa información, que forma parte de una investigación de la Guardia Civil cuyos detalles, si se conocen, no se han difundido.
El segundo caso, el viernes
Aunque es pronto para saber más, tampoco hay detalles sobre el sorprendente encuentro que tuvo el viernes una persona que disfrutaba de un paseo por el mar en moto acuática entre los términos municipales de Peñíscola y Alcossebre. En el mar, flotaban los restos --en avanzado estado de descomposición-- de una persona.
Fue sobre las 13.15 horas, cuando informó a Emergencias de lo que había visto. Como en el caso anterior, también fueron los bomberos los que acudieron para retirar los restos y llevarlos a la costa, donde la Guardia Civil asumió también la investigación.
A diferencia de lo sucedido en marzo, el viernes pasado no fue posible determinar a simple vista si se trataba del cuerpo de un hombre o de una mujer. Esa cuestión y todos los detalles relacionados con las posibles causas de la muerte deberá determinarlas la autopsia, preceptiva en este tipo de descubrimientos.
Lo único que se ha podido saber, como informó ayer Mediterráneo, es que tras localizar los restos, los bomberos los trasladaron hasta el puerto pesquero de Peñíscola, donde esperaban las autoridades, Guardia Civil y los servicios funerarios para proceder al levantamiento del cadáver. En marzo, el cuerpo del fallecido acabó cubierto sobre la arena de la playa de Vinaròs, a la espera de formalizar su retirada controlada.
Estas muertes, por causas hasta ahora desconocidas, se suman a las que se han producido hasta el momento en las playas provinciales por diferentes causas, en un verano trágico en el litoral.