Un conductor a la fuga mata a un ciclista: conmoción en un barrio de Almassora que exige más seguridad

Una tragedia tiñó ayer a mediodía la zona de la plaza Botànic Calduch en Almassora. El atropello mortal de un ciclista de 27 años, durante una persecución policial, conmocionó al vecindario mientras los familiares de la víctima gritaban de dolor ante el cuerpo sin vida, tendido sobre la calzada y custodiado por los agentes. La madre del fallecido llegó incluso a perder el conocimiento.

El suceso se produjo sobre las 13.00 horas en la intersección de las calles Caridad y Juan de Austria. Según pudo saber este rotativo, los agentes de la Guardia Civil perseguían al autor del atropello tras no obedecer al alto que le hicieron durante un dispositivo establecido para prevenir la delincuencia en el municipio.

Todo parece indicar que los efectivos de la Benemérita intentaban dar caza al conductor del Opel Astra, que se metió en dirección contraria por una de las calles del casco urbano. En ese momento, llevando una gran velocidad y sin atender la señalización de la vía por estar centrado en huir de los agentes, golpeó brutalmente a N.C., un ciclista de 27 años y nacionalidad rumana que se dirigía a su trabajo y que también iba en dirección prohibida, según fuentes policiales.

Tras el fatal arrollamiento, la víctima salió despedida varios metros, perdiendo el calzado que lleva puesto. El impacto fue mortal y nada pudieron hacer por salvar su vida. También voló varios metros su bicicleta, que golpeó a un testigo provocándole lesiones.

Tras el grave accidente, lejos de detenerse e intentar auxiliar al ciclista, el fugitivo continuó la marcha, dándose a la fuga. Finalmente, el autor del homicidio acabó abandonando el coche a una distancia de unas dos manzanas, con la luna claramente fracturada a la altura del copiloto. Posteriormente, escapó a la carrera, sin que al cierre de esta edición constara su localización y detención, aunque está identificado por la Guardia Civil.

La zona se llenó de policías locales, guardias civiles de Almassora, miembros de la USECIC e integrantes de la Policía Judicial, que acordonaron el lugar a la espera de realizar el levantamiento.

Zona conflictiva

Además de la consternación provocada por el atropello, amplificada por la cantidad de personas que se acercaron al lugar de los hechos, el siniestro puso de manifiesto la situación que sufren los residentes de este entorno, que desde hace tiempo denuncian un incremento de la delincuencia, especialmente por tráfico y consumo de drogas. Solo hay que comprobar los comentarios de redes sociales de la asociación de vecinos de la zona. "Pasan los años, y todo sigue igual", comentan desde la entidad.

Ni siquiera se escapa de determinadas escenas desagradables el colegio ubicado en las inmediaciones. "Es muy triste que vivamos en una zona de Almassora que ha sido muy tranquila y desde hace unos años, casi todos los días, es un calvario por unas cosas u otras", añaden desde la entidad. Para una parte del vecindario, el accidente no es más que la gota que colma el vaso.

Concentración para pedir más efectivos

Nada más ocurrir el siniestro, en varios grupos de WhatsApp de Almassora circuló una convocatoria: el sábado 6 habrá una concentración en la plaza Pedro Cornell para reclamar más seguridad. Más efectivos de la Guardia Civil y la Policía Local, con el fin de recobrar la sensación de seguridad.

Aunque pudiera parecer que se ha organizado a raíz de este suceso, el llamamiento se había organizado unos días antes. Ahora, la actividad cobra una nueva dimensión.

Una familia rota

Lo más desgarrador del accidente fue el dolor de los familiares del ciclista fallecido, que permaneció, tapado por una manta térmica, durante una hora hasta que se procedió al levantamiento del cadáver. "Era un buen chico, que se iba a trabajar en su bicicleta", comentó un vecino congregado en el fatídico cruce. La madre no pudo soportar la tensión del momento y llegó a desmayarse. Fue trasladada en un coche, presumiblemente para ser atendida del ataque de ansiedad.

La Policía Local de Almassora empezó a recabar testimonios en el lugar de los hechos, mientras que la Guardia Civil colaboró en el acordonamiento de la zona. El cruce entre las calles Caridad y Juan de Austria comenzó a vaciarse de gente a partir de las 14.30 horas. Ahora todos esperan que se haga justicia.

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