Encerrar a un perro sin agua al sol en una azotea de Benicarló se salda con 250 € de multa

Multa de dos meses a razón de cuatro euros al día por un delito leve de abandono animal doméstico. Es la condena impuesta por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Vinaròs --y confirmada por la Audiencia Provincial de Castellón-- a dos vecinos de Benicarló que dejaron, en junio del 2019, a un perro encerrado en la terraza comunitaria de su edificio durante 48 horas. Tal y como refleja la sentencia a la que ha tenido acceso este periódico, los sentenciados dejaron al animal al sol, en plena ola de calor, sin agua y sin ningún lugar en el que pudiera resguardarse. 

Además, en la azotea había una gran suciedad y el can estaba «rodeado de excrementos».

Una vecina se percató de la situación que vivía el animal y llamó a la Policía Local de Benicarló, que se personó en el lugar. Los agentes comprobaron que el perro no podía cobijarse del sol en ningún lado y que el lugar carecía de cualquier higiene. Además, constataron que no tenía ni comida ni agua y que esta situación «podía hacer peligrar la vida del perro», tal y como consta en el documento judicial.

Aunque la defensa de uno de los condenados ha recurrido el fallo de primera instancia, el máximo órgano judicial de Castellón ha desestimado el recurso interpuesto y ha impuesto las costas generadas en la alzada a la parte recurrente.

Otros dos casos

El mismo año 2019, la Guardia Civil rescató a un total de 11 perros en otra actuación policial en Benicarló. En «evidente» estado de abandono, desnutridos, golpeados y con numerosas enfermedades. Así es cómo se encontraban los once perros, entre ellos seis cachorros, que rescataron los agentes de la Benemérita. Como consecuencia del hallazgo de los perros en ese estado, los agentes arrestaron a un vecino de esta localidad del Baix Maestrat, de 59 años, por un delito de maltrato animal.

En un primer momento, los agentes pudieron comprobar in situ el estado de los animales y lograron rescatar a un perro adulto, que en el momento de la actuacióm mordió a un guardia civil al que causó heridas leves.

El pasado mes de noviembre fue en Burriana, donde la Guardia Civil investigó a un hombre por la comisión de un presunto delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos. El susodicho, de 68 años, tenía a sus dos perros en situación de abandono en la azotea de un inmueble.

Los guardias civiles comprobaron que estos canes estaban sujetos a una cuerda que apenas les permitía moverse, sin refugio, exponiéndose a las inclemencias meteorológicas de lluvia y calor de las diferentes estaciones del año, eran agredidos por el dueño, que les tiraba cubos de agua.