juicio en la audiencia provincial

El testimonio de una vecina será clave en una violación en Castelló

El fiscal solicita diez años para el acusado de agredir a una chica entre dos vehículos

El acusado, con camisa a rayas, sentado en el banquillo, junto al intérprete.

El acusado, con camisa a rayas, sentado en el banquillo, junto al intérprete. / BIGNÉ

El testimonio de una vecina se vislumbra clave en el juicio que ayer se celebró en la Audiencia Provincial de Castellón por una presunta violación acaecida el pasado mes de agosto en la capital de la Plana. El fiscal pide diez años para el acusado de agredir sexualmente a una mujer a la salida de un pub, entre dos coches.

La víctima declaró ayer ante el tribunal que aquella noche había salido sola y había tomado «algunas copas» en un local de ocio nocturno de la calle Lepanto. Sin embargo, admitió que iba «muy ebria» y no pudo arrojar mucha luz sobre los hechos. «Recuerdo que cuando salí, este chico me habló. Yo, que ya me iba para mi casa, no lo conocía de nada. Me preguntó algo como para tener rollo y me dijo que quería sexo conmigo, pero yo me marchaba ya», comenzó a relatar la denunciante, que no reclama indemnización alguna por estos hechos y dijo que «solo quiero olvidar»

El testimonio de la chica

La afectada no pudo precisar si había había penetración. «Me acuerdo que, de repente, llegó la policía, pero no sé más. Yo perdí el conocimiento un rato», declaró la chica, quien contestó, a preguntas del fiscal, que al día siguiente «sí tenía dolor en mis partes».

El acusado ofreció una declaración un tanto confusa, ayudado por un intérprete. Admitió que estuvo con la mujer en la vía pública, aunque negó haber empleado violencia alguna contra ella. Al igual que ella, tampoco pudo precisar si hubo sexo entre ellos.

La colaboración vecinal, clave una vez más

Una vecina acudió a declarar como testigo y ofreció información relevante para el caso. Recordó que el día de los hechos, sobre las 5.00 de la madrugada, oyó ruidos por la ventana de su casa. Se asomó y vio que, entre dos coches, había un hombre y una mujer. 

«La mujer no estaba en condiciones óptimas. Se tambaleaba y se tumbó en el suelo. Estaba como desmayada y recuerdo que él miró hacia todos los lados, se bajó los pantalones y empezó a tocarla», aseguró la testigo presencial. 

Aunque inicialmente no llamó a la policía al no saber si era consentido o no, después dio el aviso. La vecina no pudo precisar si vio claramente una penetración, aunque incidió en que ninguno llevaba la ropa, que él estaba encima de ella y hacía movimientos similares a los del acto sexual. «Ella le dijo que parara, que eso era un abuso y ese fue el detonante para que yo llamara a la policía. La chica decía que le dolía», sostuvo.

La defensa, que pide la libre absolución, abogó --en caso de condena-- por una pena que oscile entre los cuatro y 12 años por abuso y no por agresión sexual.