Tribunales

Dani Alves no recurre su procesamiento para ir "cuanto antes" a juicio: se enfrenta a hasta 12 años de prisión

El jugador brasileño ha mostrado ante la juez su disconformidad con el relato que le atribuye la presunta agresión sexual de una joven en la discoteca Sutton de Barcelona

Dani Alves no recurrirá su procesamiento para ir a juicio lo antes posible

Agencia Atlas

J. G. Albalat

Quince minutos como mucho. Ese es el tiempo que ha durado la comparecencia del futbolista brasileño Dani Alves este miércoles ante la jueza Concepción Cantón, quien instruye el sumario contra él por la agresión sexual con acceso carnal que presuntamente cometió contra una joven de 23 años en la discoteca Sutton de Barcelona el pasado 30 de diciembre. La magistrada ha comunicado el auto de procesamiento al jugador (quien le ha dicho que no hacía falta que se lo leyera). Alves, eso sí, ha manifestado que no está de acuerdo con el relato que se plasma en la resolución, que le atribuye la supuesta violación de la mujer. En su opinión, ha dicho, "no se ajusta a la realidad de lo sucedido". Sin embargo, ha anunciado que no recurrirá el procesamiento con el fin de agilizar la causa y que se celebre el juicio lo antes posible.

La jueza instructora deberá ahora, tras realizar una serie de trámites internos y procesales, remitir las diligencias judiciales a la Audiencia de Barcelona, la cual, a su vez, la repartirá en las secciones penales. El tribunal al que le pertoque tendrá que dar traslado al fiscal y a la acusación particular, ejercida por la abogada Ester García en nombre de la víctima, para que presenten su escrito de acusación. Tras ello, le tocará el turno a la defensa de Alves, representado por el letrado Cristobal Martell, quien planteará sus argumentos. Después, los magistrados señalarán cuándo se celebrará el juicio. La pena que podría imponerse es de hasta 12 años de prisión.

El periodo que pasará hasta entonces es ahora una incógniata. El plazo dependerá de la sala que se hará cargo del enjuiciamiento y, por lo tanto, de dictar la sentencia. Sobra decir que hay tribunales que están más congestionados que otros. A pesar de ello y como se trata de una causa con preso, el asunto tiene prioridad. Fuentes judiciales consultadas afirman que no se sabrá hasta septiembre a qué sala de la Audiencia de Barcelona corresponderá celebrar el juicio.

La jueza sostiene en su auto de procesamiento que existen indicios "racionales suficientes" contra él para enviarlo a juicio. La magistrada, asimismo, impone al jugador una fianza de 150.000 euros no para salir de prisión, sino para pagar una eventual indemnización -elevada para los estándares judiciales. Los forenses, además, han dictaminado que la víctima "cumple con los criterios de un trastorno de estrés postraumático" de "intensidad elevada", "con repercusión funcional y deterioro en varias áreas de funcionamiento" que se pueden relacionar "significativamente" con los hechos denunciados. La joven continúa de baja laboral y necesita atención psicológica.

Relato minucioso

El auto de procesamiento recoge casi íntegramente la denuncia de la víctima, ratificada por ella en el juzgado, sobre lo sucedido la noche del 30 de diciembre. El relato es minucioso y se remonta a cuando la víctima, junto a una prima y otra amiga, se dirigieron a la discoteca Sutton, en la calle de Tuset. Al entrar al local primero accedieron a la sala central y, después, a la zona VIP, cerca de la pista de baile. Un camarero fue el que insistió para que se cambiaran de mesa. "Un amigo quiere que estéis allí", comentó. A la segunda intentona, las mujeres accedieron. Allí se encontraba el futbolista (la víctima declaró que no sabía quién era) y un amigo. El jugador, según la resolución judicial, empezó a "tontear" con las mujeres. Incluso, precisa la jueza, bailaron "muy juntos" y el jugador cogió la mano a la denunciante y se la puso en el pene. Ella retiró las dos veces.

Tras unos minutos, Alves llamó a la víctima para que fuera hacia un pequeño pasillo que comunica la zona VIP con un reservado y donde se encuentra un minúsculo baño. La joven, afirma, no sabía que allí había un lavabo. El jugador cerró la puerta, prosigue el auto, y "tiró con fuerza de ella hacia su cuerpo". A pesar de que la denunciate le repetía que parara, el futbolista hizo caso omiso. La tiró al suelo -sigue el texto- y como la joven se negó a hacerle una felación, se "enfureció y le pegó varias bofetadas en la cara". Después, mantiene la jueza, "la penetró violentamente". El futbolista, que ha cambiado de versión hasta cuatro veces, declaró en su último interrogatorio que fue sexo consentido. No le quedaba otra, pues se había encontrado semen suyo en el interior del cuerpo de la víctima.