Evita la cárcel tras la agresión sexual a una trabajadora en un salón de juego de Burriana

La Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a dos años años de prisión a un hombre por una agresión sexual que tuvo lugar en noviembre del 2023 en un salón de juego de Burriana. A pesar de la pena impuesta, esta queda suspendida y el varón no entrará en la cárcel, siempre y cuando no se aproxime a la víctima, pague la indemnización de 3.700 euros que le corresponde y haga una terapia sexual. Así ha podido saberlo este periódico tras el acuerdo de conformidad alcanzado entre las acusaciones y la defensa, ejercida por el letrado Pablo Ania.

Según declara probado el acuerdo, el agresor entró en el salón de juego donde la víctima trabajaba y esta le solicitó su documentación como protocolo. Acto seguido, el hombre se fue al baño y la mujer lo siguió ante la imposibilidad de encontrar en el documento su fecha de nacimiento. 

Desde el descansillo, ella le preguntó y él le contestó de manera insinuante y la llamó «guapa». Inmediatamente después, el condenado salió del retrete, con los pantalones bajados y los genitales al descubierto y cogió con fuerza el brazo de ella para que le tocara sus partes íntimas.

La mujer opuso resistencia, pero él le tapó la boca, la tiró al suelo y le arrancó la camiseta, tocándole los pechos, al tiempo que intentaba quitarle los pantalones.

Como vio que no podía completar su propósito de violarla, el condenado le dio dos golpes en la cabeza a la mujer contra la pared, tirándole del pelo, y se marchó corriendo del lugar de la agresión.

La víctima sufrió excoriaciones y contusiones en el cráneo, el pecho y los brazos, además de un cuadro de ansiedad. Lesiones todas ellas por las que tuvo que recibir asistencia médica.

La Fiscalía pedía tres años y seis meses

Aunque inicialmente la Fiscalía pedía una pena de cárcel de tres años y seis meses, que sí hubiera hecho entrar en prisión al agresor aunque careciera de antecedentes penales previos, el acuerdo alcanzado le ha permitido al procesado rebajar considerablemente su pena y evitar la cárcel.

Hace escasos días Mediterráneo publicó una de las mayores condenas por delitos sexuales de los últimos tiempos en la provincia. Se la impuso la sección primera a un hombre que agredió sexualmente a sus sobrinas, de 10 y 12 años, a las que además pegó varias enfermedades de transmisión sexual. El tribunal lo condenó a 21 años de cárcel, además de al pago de 25.000 euros para cada una en concepto de indemnización.

En el juicio el acusado admitió solo tocamientos, pero los forenses avalaron el testimonio de las dos menores, que quedaban al cuidado del procesado al salir del colegio. La sentencia aún no es firme y puede recurrirse ante el TSJCV y el Supremo.

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