Condenado por amenazas con una jeringuilla en el robo a una gasolinera en Nules

Un ladrón reincidente ha sido condenado a tres años de prisión por la Audiencia Provincial de Castellón por el asalto violento a una gasolinera de Nules. El hombre, de 49 años y natural de Sagunto, había sido ya condenado por otros seis robos desde el año 2008, según consta en la sentencia a la que ha tenido acceso este periódico.

Como él mismo reconoció durante el juicio, «iba tan drogado que no recuerdo nada». El tribunal ha considerado probado que en el 2016 iba a bordo de un Ford Focus y se dirigió a una estación de servicio de Nules, en la carretera que lleva hasta la Vilavella. Una vez allí y aprovechando que el establecimiento estaba abierto al público, se enrolló un chaleco reflectante a la cabeza, dificultando así su identificación, y amenazó con una jeringuilla a la empleada del negocio. 

Un atracador de gasolineras de Castellón: «Iba tan drogado que no recuerdo nada»

¿Cómo fue detenido?

El asaltante logró apoderarse de los 300 euros que había en la caja registradora y huyó de allí en el mismo vehículo. La trabajadora, ante el gran temor que le causó la situación y temiendo por su integridad física, permitió que accediera al dinero en efectivo.

Esa misma mañana, utilizando el mismo modo de operar, el ladrón había llevado a cabo hechos similares en otra gasolinera de Castelló -que ahora no se juzgan- habiendo sido localizado por una patrulla de la Policía Local de Almassora en las inmediaciones de la estación del ferrocarril de esta localidad, «frecuentado por personas drogodependientes que acuden allí a consumir», como señalan los magistrados.

Como en ese momento todavía no constaba como reclamado, los agentes municipales que lo vieron drogarse en su coche le indicaron que debía irse y lo dejaron marchar. Más tarde, sería finalmente detenido por estos hechos.

Vuelve al banquillo justo después de cumplir varios años de cárcel

Se da la circunstancia de que el procesado ha estado durante estos últimos años en prisión por otras causas y, tras una veintena de permisos, el pasado 30 de diciembre obtuvo el tercer grado penitenciario. Las mieles de la semilibertad no le han durado ni un mes, pues a finales de enero tuvo que volver a enfrentarse a la posibilidad de regresar a la cárcel, una posibilidad que ahora se confirma.

«Antes de esto sufrí una sobredosis y estuve ingresado en el hospital de Sagunto. Luego pasé tiempo sin consumir y cuando recaí me dio muy fuerte», contó el toxicómano al tribunal de Castellón.

La trabajadora de la estación de servicio también fue llamada a declarar. «Me dijo que le diera la recaudación o me pincharía y se llevó el cajón entero. Lo arrancó y se fue corriendo», explicó durante su intervención. «Pasé miedo», reconoció la mujer a preguntas de las partes en el juicio oral. 

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