La misión DART de la NASA ha conseguido desviar de su trayectoria a un inofensivo asteroide que estaba a 11 millones de kilómetros de la Tierra. Eso significa que la tecnología funcionaría en caso de que debiéramos alejar a un cuerpo celeste peligroso: evitaríamos a la humanidad el destino que sufrieron los dinosaurios.

Por primera vez, la humanidad ha cambiado deliberadamente el movimiento de un objeto celeste y demostrado a gran escala que la tecnología de desviación de asteroides potencialmente peligrosos para la Tierra realmente funciona.

El análisis de los datos obtenidos en las últimas dos semanas por el equipo de investigación de la prueba de redirección de doble asteroide (DART) de la NASA muestra que el impacto cinético de la nave espacial con su objetivo, Dimorphos, alteró con éxito la órbita del asteroide.

La sonda espacial DART se estrelló contra el cuerpo celeste el 26 de septiembre a una velocidad de más de 23.000 kilómetros por hora y ha permitido a los científicos comprobar que solo serían necesarios cambios de rumbo mínimos de su trayectoria, para desviar de su órbita a un asteroide considerado peligroso para nuestro planeta.

Órbita cambiada

Antes del impacto de DART, Dimorphos tardaba 11 horas y 55 minutos en orbitar su asteroide padre más grande, Didymos. Sin embargo, después de la colisión los astrónomos han estado usando telescopios en la Tierra para medir cuánto ha cambiado su órbita en este tiempo.

El equipo de investigación ha confirmado que el impacto de la nave espacial alteró la órbita de Dimorphos alrededor de Didymos en 32 minutos, acortando la órbita de 11 horas y 55 minutos a 11 horas y 23 minutos. Esta medida tiene un margen de incertidumbre de aproximadamente más o menos 2 minutos.

Antes del impacto, la NASA había definido un cambio de período de órbita exitoso mínimo de Dimorphos de 73 segundos o más. Estos primeros datos muestran que DART superó este punto de referencia mínimo en más de 25 veces. 

Mayor precisión

No obstante, el equipo de investigación sigue analizando datos con observatorios terrestres en todo el mundo, para actualizar la medición del período orbital con observaciones frecuentes para mejorar su precisión.

El enfoque se está desplazando hacia la medición de la eficiencia de la transferencia de impulso de la colisión a una velocidad aproximada de 22.530 kilómetros por hora de DART con su objetivo.

Esto incluye un análisis más detallado de la "eyección": las muchas toneladas de roca asteroidal desplazadas y lanzadas al espacio como consecuencia del impacto.

El retroceso de esta explosión de escombros mejoró sustancialmente el empuje de DART contra Dimorphos, de la misma forma que un chorro de aire saliendo de un globo lo desplaza en otra dirección.

La primera experiencia para desviar a un asteroide de su órbita ha sido un éxito. NASA

Más información

Para comprender mejor el efecto del retroceso de la eyección, se necesita más información sobre las propiedades físicas del asteroide, así como de las características de su superficie y qué tan fuerte o débil es. Estos problemas todavía se están investigando.

Además, en 2024, la Agencia Espacial Europea (ESA) enviará la sonda Hera en un viaje de dos años para estudiar con más detalle el lugar de la colisión y la superficie de Dimorphos.

El experimento DART no ha representado ningún peligro. Dimorphos, de unos 160 metros de diámetro, y el asteroide más grande de 780 metros Didymos, que orbita Dimorphos, estaban a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra.

Si la nave espacial no hubiera alcanzado la luna del asteroide, no habría supuesto nada especial para nuestro planeta, aunque el experimento ha servido para probar una tecnología que en el futuro podría emplearse contra asteroides potencialmente peligrosos.

Ya ha pasado

Los científicos no han detectado por el momento ningún asteroide que amenace a la Tierra en los próximos 100 años. Han identificado alrededor de 27.000 asteroides cerca de la Tierra, de los cuales unos 10.000 tienen más de 140 metros de diámetro.

De todas formas, la eventualidad de que un asteroide relativamente grande colisione contra nuestro planeta es algo que no puede descartarse en ningún momento, porque de hecho ya ha ocurrido alguna vez en el pasado.

Hace 66 millones de años, el asteroide Chicxulub, de unos 10 kilómetros de diámetro, golpeó lo que hoy es México, provocando un invierno permanente que se cree provocó la extinción de los dinosaurios.

Defensa planetaria

Ahora se ha sabido también que uno de los cráteres más grandes y antiguos de la Tierra, Vredefort, descubierto en Sudáfrica, fue creado por un asteroide de 20 a 25 kilómetros de tamaño y, por lo tanto, el doble de grande que el Chicxulub. Las consecuencias probablemente fueron devastadoras para el clima de la Tierra y para las primeras células que existían en ese momento.

Comentando el éxito de DART, el administrador de la NASA, Bill Nelson, declaró en una rueda de prensa: “todos nosotros tenemos la responsabilidad de proteger nuestro planeta. Después de todo, es el único que tenemos”.

Y añadió: “esta misión muestra que la NASA está tratando de estar preparada para lo que sea que el universo nos depare. La NASA ha demostrado que somos serios defensores del planeta. Este es un momento decisivo para la defensa planetaria y para toda la humanidad”, concluyó.