Las enfermedades que ayuda a combatir el té blanco

El conocido como el té de los emperadores, es el más rico en antioxidantes y posee grandes propiedades para la salud

El té blanco era la bebida preferida para la ceremonia del té en la China Imperial

El té blanco era la bebida preferida para la ceremonia del té en la China Imperial / FREEPIK

Mar Goterris

A estas alturas, conocemos bien las propiedades del té verde, el té negro y el té rojo. Sin embargo, el té blanco es el eterno olvidado en occidente, pero sus beneficios para el cuerpo son impresionantes. Descubre la variedad del té más exquisita, digna de emperadores.

El té blanco se caracteriza por tener un procesado mínimo que permite aprovechar sus nutrientes y componentes, sobre todo, su riqueza en antioxidantes. Procede la planta del té, la Camellia Sinensis, la misma que el resto de tés. La diferencia reside en su obtención: se prepara a partir de los brotes más tiernos, cuando conservan el vello blanco que las recubren al crecer, de ahí su nombre de té blanco. Las hojas se recogen, se dejan marchitar y luego se secan. 

Con este proceso, el té blanco no se enrolla ni oxida, creando un sabor delicado, sutil y floral. Además, el color que adquiere la infusión es un color blanco plateado, de textura sedosa y aterciopelada. Por su producción más artesanal y su presentación lujosa, el té blanco llegó a ser el predilecto para la ceremonia tradicional del té en la China Imperial.

Actualmente, el té blanco es una bebida más asequible, pero sigue siendo la más exclusiva de todas las variedades.

El té blanco tiene una gran lista de propiedades y beneficios, entre los que destacan los siguientes:

  • Protege las células de tu organismo de forma eficaz por su gran cantidad de antioxidantes. Es la variedad de té que presenta más altas concentraciones porque, como no se someten a procesos de oxidación en su preparación, se preservan los antioxidantes naturales en formas más biodisponibles.
  • Cuida tu piel y tiene efectos antiedad. Los antioxidantes también mantienen hidratada la piel y previenen la aparición de las arrugas. El activo clave aquí son las catequinas, que neutralizan la propagación de los responsables de la degradación de las membranas celulares, los radicales libres, y ayudan a retrasar el envejecimiento de las células de todo el cuerpo.
  • Ayuda a adelgazar y alivia la retención de líquidos. Como presenta un gran poder diurético, favorece la eliminación de toxinas acumuladas en el organismo de forma natural.
  • Ayuda a controlar la diabetes tipo 2. Alivia ciertos síntomas de la diabetes mediante sus efectos en la regulación de los niveles de glucosa en sangre y estimula la secreción de insulina y, por sus efectos diuréticos. Además, con sus efectos diuréticos, ayuda a paliar los efectos de la sed excesiva (polidpsia) y facilita la pérdida de peso.
  • Es un aliado en la salud bucodental. El té presenta propiedades antimicrobianas que contribuyen a reducir la placa, prevenir la formación de caries y reduce la inflamación de las encías. Además, reduce el mal aliento.
  • Favorece la salud del corazón. Estudios observacionales han demostrado que las catequinas del té blanco contribuyen a mermar el colesterol total y el LDL (el “malo”) y también protege las partículas LDL de la oxidación, aminorando el daño que pueda producir en el organismo. En general, la toma de té blanco está asociada a un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares como los ataques cardíacos, la trombosis, ACV o la insuficiencia cardíaca.
  • Para acabar, se están llevando a cabo varias líneas de investigación que estudian el papel de los antioxidantes del té blanco para combatir y/o prevenir el cáncer y la formación de tumores, además de sus posibles efectos frente a enfermedades degenerativas como el Alzheimer o Parkinson. Sin embargo, estos estudios se encuentran todavía en fases tempranas.
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