La esposa de Carlos de Inglaterra, Camila, dará paseos en solitario por las

montañas que rodean la residencia de verano de su marido en Escocia, mientras el

resto de la familia real británica asiste al servicio conmemorativo del décimo

aniversario de la muerte de lady Di, indica hoy el tabloide "The Sun". Camila,

duquesa de Cornualles, anunció el domingo que no asistiría finalmente al

servicio religioso del próximo viernes en Londres en memoria de Diana, que

falleció el 31 de agosto de 1997 en un accidente de tráfico en París.

Mediante un comunicado, la esposa de Carlos, a la que la propia Diana había

calificado de la "tercera persona" en su matrimonio, reconoció que le había

"conmovido profundamente" el hecho de que los príncipes Guillermo y Enrique le

hubieran invitado a asistir al acto en recuerdo de su madre.

De nuevo, Camila se siente como el "enemigo público número 1", según señala

una fuente allegada a la esposa de Carlos que cita este diario sensacionalista.

La duquesa de Cornualles, de 60 años, permanecerá ese día en la finca escocesa

de Birkhall, residencia veraniega de su marido y propiedad que perteneció a la

Reina Madre, situada en las Highlands escocesas y muy cercana a Balmoral.

Según la mencionada fuente, la intención de Camila nunca fue "distraer la

atención del aniversario de un acontecimiento tan trágico". "Será todo muy

emotivo y Camila tendrá que tener cuidado de que no la vean de compras o con la

más ligera sonrisa en la cara. A la menor excusa, pondrá en peligro todo el

progreso conseguido en los últimos diez años", señaló la misma fuente.