Los comportamientos inadecuados pueden cambiar de la noche a la mañana la vida de personas que se encuentran en la cúspide del éxito profesional. Y en el mundo del celuloide esta no es una excepción, a pesar de tratarse, en ocasiones, de un círculo lleno de historias extravagantes y, en ocasiones, truculentas. Le ha sucedido a Will Smith tras su sonoro bofetón a Kid Rock en la última gala de los Oscars. Pero el actor afroamericano no es el único que ha puesto en grave peligro su carrera por culpa de una mala decisión.

Un juez del Tribunal Superior de Los Ángeles ha obligado a un actor ganador de dos Oscars a abonar 31 millones de dólares a la productora MCR, responsable de la serie 'House of Cards', como indemnización por ruptura de contrato y por los perjuicios que causó con su comportamiento inapropiado durante el rodaje. Estamos hablando de Kevin Spacey, un actor cuesta abajo desde que salieron a la luz varios escándalos sexuales protagonizados por el protagonista de 'Sospechosos Habituales' y 'American Beauty', las dos películas por las que se llevó dos estatuillas de la Academia de Hollywood.

Según 'The Hollywood Reporter', propiedad de la productora MCR, el tribunal de arbitraje estimó que el actor había incumplido los términos de su contrato con su comportamiento, ya que fue acusado de acoso sexual por un asistente de producción. La multa fue aprobada por un tribunal de arbitraje el año pasado pero el actor recurrió la medida, aunque sin éxito, pues en su decisión el juez Mel Red Recana afirmó que los abogados del Spacey no habían demostrado que la medida fuera "tan irracional" como argumentaban.

La carrera de Spacey comenzó a derrumbarse en 2017 después de que salieran a la luz numerosas acusaciones de agresión sexual que él siempre ha rechazado. En California, un masajista lo denunció por una agresión sexual supuestamente ocurrida en 2016 pero falleció antes de que la Fiscalía presentara cargos; mientras que en Massachusetts, un joven que lo había acusado de otra agresión en 2016 retiró los cargos. Por su parte, este proceso en EEUU se ha desarrollado de manera paralela al juicio por el que un tribunal británico le imputa otros cinco delitos sexuales cometidos en londres entre 2005 y 2013, sobre los que Spacey se declaró inocente el pasado 14 de julio.