El Tribunal Supremo ha puesto punto y final al litigio que el cantante y compositor Joaquín Sabina mantenía con Hacienda por los 2.501.678,75 euros resultantes de la liquidación del IRPF entre los años 2008 y 2010 y la sanción conexa que le impuso en su día Hacienda, por derivar sus ingresos en concepto de derechos de autor a varias empresas familiares.