El comercio local, en su afán de promocionar las ganas y ansias de compra de todos nosotros, ha establecido un premio de 3.000 euros que ha ido a parar a manos de Antonio Alapont y su esposa Fina Pilar Asensio. Uno de los puntos clave del premio era gastarlo en un tiempo muy limitado. Y la pareja, que regenta con singular acierto una importante galería de arte, cumplió el requisito y en una sola mañana liquidó esta cantidad.

Pero el afán del gasto no les hizo perder su pensamiento en los demás. En un alarde de querer hacer partícipes de su suerte a mucha gente, a muchos niños, pensaron en los más necesitados haciendo entrega de una importante cantidad a la Juventud Antoniana, pensando en que la Navidad y, especialmente, los Reyes están ahí y en este tiempo navideño es cuando los jóvenes antonianos se multiplican para hacer llegar a los necesitados aquello que no tienen.

Mi más cordial y sincera felicitación a Antonio Alapont y Fina Pilar Asensio por su gesto social y cristiano.