Los vecinos que, a título particular, compran un bajo para que haga funciones de cochera tienen más difícil ahora conseguir que Iberdrola acceda a proporcionarle energía eléctrica. Al menos, en este sentido se han expresado distintos concejales de Vila-real y también el alcalde de la ciudad, Manuel Vilanova.

El conflicto está, según indicó a este rotativo el primer edil, en la diferente interpretación que se hace del artículo 199 de la nueva Ley Urbanística Valenciana (LUV) por parte de la empresa eléctrica y del consistorio.

El texto de la LUV que origina el conflicto dice: "Para la contratación de sus servicios, las empresas suministradoras de agua, energía eléctrica, gas, telefonía y telecomunicaciones exigirán al titular de la obra o actividad, la acreditación de la obtención de la correspondiente licencia municipal".

Así, fuentes de Iberdrola aseguraron al periódico Mediterráneo que sus servicios jurídicos interpretan que ha de haber una licencia de actividad para poder suministrar electricidad al bajo. De lo contrario, el propietario "debe presentar un escrito del Ayuntamiento, en el que se diga que no hay inconveniente a la instalación", aseguraron.

Mientras, los servicios técnicos del consistorio, según apuntó Vilanova, opinan de que la ley "habla de licencia municipal y no de actividad, y una licencia municipal es perfectamente la del permiso de obras".

El alcalde informó que se siguen manteniendo contactos con responsables de Iberdrola para llegar a un acuerdo que facilite que los particulares tengan luz en sus bajos y cocheras.