En la línea de afianzar Vila-real como una ciudad de pequeños y medianos congresos, como ha apuntado en diversas ocasiones el alcalde, José Benlloch, el Ayuntamiento está inmerso en la elaboración de un censo de espacios disponibles en la ciudad para la celebración de jornadas y cursos de tamaño reducido.

Así lo ha informado el concejal de Urbanismo, Emilio Obiol, quien corrobora la idea de que el municipio acoja un creciente número de acontecimientos “a los que asistan en torno a 50 u 80 personas durante dos o tres días”. Unas iniciativas que ya han venido llevándose a cabo en el último año y que revierten positivamente en la economía local, por cuanto se incrementa la actividad comercial, de hostelería y de ocio.

Aun así, Obiol reconoce que “la competencia en el asunto de la celebración de este tipo de encuentros es muy importante, e incluso en el caso de los palacios de congresos de Peñíscola o Castellón se está haciendo lo imposible para que alberguen más acontecimientos para que sean de alguna manera rentables”.

Y es que en los últimos meses, Vila-real ha sido sede de eventos como la II Trobada de Professionals i Voluntariat de Joventut de la Comunitat, en la que participaron unas 150 personas; un congreso nacional de mediación policial, con 450 asistentes de toda España; un curso intensivo de materiales cerámicos y de carácter internacional o un campeonato nacional de gimnasia.

Y es que a espacios como el Auditori Municipal, el salón de Els XIII, la sala de actos de la Fundació Caixa Rural Vila-real o el de la ermita se suman otros que son propiedad de empresas de la ciudad. “Por ejemplo, tenemos conocimiento de que Todagrés dispone de uno de estos recintos, que es atractivo, está siendo infrautilizado y para el que podría llegarse a un acuerdo con la firma para su uso para encuentros profesionales, jornadas o cursos”, explica el concejal Obiol. H