La congregación Els Lluïsos de Vila-real celebró ayer, dentro de los festejos de la entidad, su día grande, donde no faltó la tradicional misa en la iglesia mayor en la que se realizó la imposición de medallas a los nuevos socios. Acto seguido, tuvo lugar el traslado de las imágenes de los patrones a la capilla de la Sangre, acto tras el que se sirvió un vino de honor en la Casa Social de la congregación. Ya por la tarde, un concurso de guiñote y una nueva edición de la Revista Parlada Camino, en los jardines de la Casa de Polo, clausuraron la jornada. R. G.