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IMPLANTACIÓN DE LA OFICINA JUDICIAL VALENCIANA

Problemas con el nuevo sistema informático colapsan los juzgados de Vila-real

La nueva plataforma no consigue agilizar la tramitación de los procesos. Los jueces no pueden ejecutar la firma electrónica y se retrasan expedientes

Problemas con el nuevo sistema informático colapsan los juzgados de Vila-real

La implantación de la nueva oficina judicial valenciana en 31 partidos judiciales de la Comunitat Valenciana está suponiendo un quebradero de cabeza, al menos, para el personal del Palau de Justícia de Vila-real. Así lo aseguran fuentes consultadas por Mediterráneo, que explican que, entre los problemas que genera la nueva plataforma digital que empezó a implantar desde el pasado 1 de marzo la Conselleria de Justicia, destaca la imposibilidad de que los jueces puedan aplicar la firma electrónica a los expedientes que tramitan, lo que obliga a utilizar otros recursos y dilata la tramitación de los mismos.

Según explican las mismas fuentes, «el sistema funcionó bien al principio, pero el cambio de dispositivos ha acarreado que no se puedan realizar algunas gestiones, entre ellas, una tan fundamental como que los magistrados rubriquen la documentación por este sistema que, en principio, tenía que dar más agilidad pero que, por contra, está alargando los plazos, también a la hora de remitir las correspondientes notificaciones a las partes».

Pese a todo, aseguran que «las soluciones no llegan y, lo que es peor, desde la Conselleria no dan fecha para la resolución efectiva de esta problemática, que no solo va en detrimento del trabajo de los funcionarios sino también en la calidad del servicio que se presta a los distintos ciudadanos».

SIN TÉCNICOS // El problema se agudiza todavía más si se tiene en cuenta que no existe un técnico informático asignado a la sede judicial de Vila-real capaz de abordar el asunto in situ, de manera que la intervención se efectúa desde Valencia y a través del teléfono y la propia plataforma.

«El principal contratiempo que provoca esta situación es que se complican las firmas digitales de los magistrados --suelen rubricar cada día entre 60 y 100 documentos relativos a procesos judiciales-- y ello conlleva retrasos e, incluso, el bloqueo de asuntos», aseveran. Y añaden que, como consecuencia de este obstáculo, los expedientes tienen que seguir efectuándose en papel.

«Los técnicos de Conselleria piden paciencia porque no saben cómo solventar la papeleta; y todo por una falta de previsión de la Administración», afirman las fuentes consultadas por este rotativo que, a su vez, se muestran convencidas de que «están usando los partidos judiciales pequeños como conejillos de Indias».

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