Las calles vacías y un silencio sepulcral fueron el denominador común de la primera noche con el toque de queda ampliado en Vila-real. El adelanto, desde este lunes, de la restricción de movilidad nocturna a partir de las 23.00 para tratar de reducir los contagios durante la Navidad hizo que la habitual estampa de medianoche a la que estamos acostumbrados desde el pasado 25 de octubre en la provincia se avanzara una hora y obligara a más de un vecino a cambiar sus hábitos de forma apresurada.

Puntos estratégicos de Vila-real que durante el día son un hervidero de vida y un flujo constante de movimiento quedaron apagados ante la entrada en vigor de la nueva medida en toda la Comunitat, como Nochebuena y Nochevieja como las únicas jornadas con cierta flexibilidad en las que está permitido volver a casa una hora más tarde como máximo. Para estos dos días tan marcados, el toque de queda empezará a las 00.00 horas, como estaba establecido hasta la semana pasada.

Así, céntricos viales como la plaza Major, la plaza de la Vila, la calle Cova Santa o la avenida la Murà, entre muchos otros, presentaban un obligatorio ámbito desangelado, en el que el tintineo de las luces navideñas gobernaban las calles en medio de la inmensa quietud.

Fronteras autonómicas cerradas

Asimismo, hay que recordar que la nueva medida reforzará el cierre perimetral de la Comunitat Valenciana, que está fijado hasta el 15 de enero, de manera que solo podrán entrar quienes tengan su domicilio habitual en la región y se suprimen las excepciones que se habían fijado hace 12 días para los días señalados de Navidad.