Se llaman Iris y Loba y, junto a IrisLobaZoe.
Y se jubilan con el deber asignado cumplido. La primera, por edad, ya que cumple 10 años; y la segunda, porque está afectada por una grave enfermedad que amenaza con impedirle que lleve a cabo su función de forma adecuada y en condiciones.
Ambas, junto a la otra perra integrante de la Unidad Canina forman un tándem perfecto con los policías y, a su vez, adiestradores. Y no es para menos, porque las canes son parte fundamental en sus respectivas familias. «Muchas personas han mostrado a través de las redes su preocupación por el futuro de Iris y IrisLoba», asegura el oficial Sánchez Mundo.
Precisamente, Iris es la veterana de la Unidad Canina, pues entró a formar parte de la misma con su creación hace una década.Iris Desde entonces y hasta ahora, esta pastora alemana, ha participado en decenas de controles para detectar la presencia de sustancias estupefacientes. Y Loba aunque, ahora, una maldita enfermedad le puede privar de prestar servicio.
La perrita, que tiene tres años, «está ahora mismo muy medicada, pero aun así rinde a un buen nivel; esperaremos a ver si responde bien al tratamiento y puede seguir un tiempo más en su labor», explica el oficial, quien detalla que el lunes todavía participó activamente en el hallazgo de drogas.
Prevención satisfactoria
Precisamente, para los policías que forman equipo con los canes, la labor en la prevención de consumo y menudeo de sustancias estupefacientes es «la función más satisfactoria de esta unidad. Nos quedamos en estos 10 años con todo lo positivo que resulta el haber evitado consumieran drogas». Y añade Sánchez: «A nosotros se nos puede engañar, pero a un perro es muy difícil. De hecho el mismo miércoles por la tarde localizaron una bolsa con 70 gramos de marihuana». Una labor de prevención que se completa con charlas en institutos.
Ahora, ambos policías, ya han trabajado con Logan, el cachorro que acaba de llegar a la Unidad Canina y que ha iniciado su proceso de adiestramientoLogan para estar operativo en un año.
