La Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (EPSAR), dependiente de la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente, prevé iniciar antes del verano las obras de desvío de parte de las aguas residuales de Vila-real a la depuradora de Almassora, con la mirada puesta en completar la supresión de la EDAR Vora Riu a principios del 2022.

Así lo confirman a Mediterráneo fuentes del organismo autonómico, desde donde aseguran que el proyecto «encara la tramitación ambiental, con la previsión de arrancar el primer semestre de este año». Y añaden que la redacción del plan y la dirección de obra «ya se han licitado», y que los trabajos se incluyen en los presupuestos de la EPSAR para el 2021, «con una dotación económica por encima de los tres millones de euros». En cuanto al plazo e ejecución, este se establece en los siete meses, «siempre que se pongan a disposición de la entidad todos los terrenos» que se requieren para acometer las labores de colocación de las canalizaciones y de construcción de las estaciones de bombeo que se precisen.

De esta forma, en un plazo máximo de tres meses --siempre según las estimaciones de la Conselleria-- se pondrá fin a un proceso de licitación que arrancó en septiembre del 2019 y que se ha visto afectado por una serie de cambios normativos en materia medioambiental, que obligaron a paralizar la adjudicación del proyecto, al que se presentaron una docena de empresas y que debería haber finalizado hace un año.

Los detalles del proyecto

Una canalización conectará la estación de bombeo que se habilitará en el recinto de la actual depuradora Vora Riu de Vila-real al colector industrial de Almassora. MEDITERRÁNEO

El proyecto de supresión de la depuradora Vora Riu y la derivación de parte de las aguas residuales que se tratan en ella a la planta de Almassora --y también a la mancomunada de Vila-real-Onda-Betxçi-les Alqueries-- no solo implica la ejecución de las canalizaciones para conectar la actual red con el colector industrial de Almassora, que discurre paralelo al cauce del río Millars, sino que también incluye la construcción de varias estaciones de bombeo y la habilitación de tuberías que conectan con otras ubicadas en el entorno de Vila-real, tanto destinadas a aguas negras como al alivio de pluviales.

Una vez finalizados los trabajos, se derribará la actual EDAR Vora Riu y en el recinto que ocupa en la actualidad únicamente se habilitará una de las estaciones de bombeo previstas.

Problemas y proyectos fallidos

Los problemas, especialmente de olores y vertidos al río Millars de aguas no depuradas correctamente, que viene acarreando la planta ubicada junto al camino Vora Riu desde hace décadas ha estado seguida de diferentes planteamientos para buscar soluciones. Además de arreglos y mejoras puntuales en la infraestructura, el primer anuncio se realizó en el 2008, con el PP en el gobierno de la Generalitat, con un macroproyecto de cerca de 14,5 millones de euros cuyo proceso de licitación se inició en agosto de aquel año pero que nunca llegó a cerrarse. La intervención preveía la reforma y ampliación de la actual depuradora, así como de los colectores generales.

Posteriormente, se planteó un nuevo plan de intervención, esta vez valorado den poco más de cinco millones de euros, que tampoco llegó a buen puerto. Y, finalmente, los técnicos de la Conselleria que dirige Mireia Mollà y los de los ayuntamiento de Almassora y Vila-real dieron su visto bueno a la actuación ahora en trámite que, por el momento, arrastra un retraso de un año, y que reduce la inversión hasta los tres millones.