Vila-real ha reducido las pérdidas de agua en su red de distribución en un 80% desde 1997, año en el que la empresa Facsa asumió la concesión del servicio de abastecimiento de agua potable. Así lo indicó el director del área de abastecimiento de Facsa, Pascual Maximino, en la presentación del plan director de esta prestación para el próximo cuarto de siglo. 

Un dato significativo puesto que, pese al incremento de un 40% en la cifra de abonados en este tiempo, «el agua que inyectamos a diario se ha reducido un 38%» debido, según Maximino, a un «consumo responsable y a la minimización de fugas» gracias, en parte, a la creación de 14 sectores que permiten trabajar de forma más eficiente ante los escapes.

Por otra parte, la capacidad de producción se sitúa en un 39%, «cifra que significa que los pozos pueden suministrar mucho más de lo que hacen actualmente», explicó el jefe del servicio de Facsa en Vila-real, Rafa Ferrer. El caudal diario, al 100%, sería de 35.000 metros cúbicos, pero el consumo real es de poco más de 13.000, por lo que pese a un incremento futuro de demanda, el abastecimiento no peligrará. El plan director prevé un aumento del 26% durante los próximos 25 años, «que se puede absorber fácilmente».

Más capacidad en pozos

Los responsables de la gestión del agua recordaron que la ciudad consta de cuatro puntos de captación propios, a través de cuatro pozos: Bassa del Poble, Reg Nou, Amorós y Carinyena. Tienen capacidad de almacenamiento de 5.000 metros cúbicos, a los que se suma una quinta instalación, el depósito industrial de la CV-20 para 9.000 m³. Cabe destacar que la diferencia entre el agua consumida (13.000 m³) y la capacidad máxima de los tanques (5.000) hace que una acción de futuro sea su ampliación para evitar que tengan que llenarse dos veces cada jornada e intentar «tener un día de reserva».

La red principal, «de grandes diámetros», consta de 18 kilómetros mientras que el entramado total de canalizaciones está entorno a los 200. En este punto vendría otra de las actuaciones a ejecutar, con cerca del 55% de la red con una edad media superior a 25 años. Por otra parte, el volumen de agua servida durante 2020 fue de 3,9 millones de metros cúbicos. 

«Damos apoyo a 27.000 abonados para una población de 51.000 ciudadanos. El volumen de agua controlada por contador, el año pasado, fue de casi tres millones de m³ «y eso nos permite tener un rendimiento de red, la diferencia entre el agua que controlas y la que suministras, cercano al 80%. Un indicador muy bueno a nivel nacional», aseguró Ferrer.