Vila-real contará con un plan director de abastecimiento de agua potable que definirá las necesidades y mejoras hídricas para los próximos 25 años y que se traduce en una inversión que estiman, actualmente y pese a ser un documento vivo, en 60 millones de euros.

El Ayuntamiento y Facsa presentaron este miércoles esta hoja de ruta, un documento técnico encargado por el consistorio y elaborado por la concesionaria que analiza la situación del servicio municipal de abastecimiento de agua potable, identifica posibles mejoras y necesidades futuras, y propone una serie de alternativas para garantizar el correcto funcionamiento de esta prestación a largo plazo. 

Así lo destacaron el concejal de Servicios Públicos, Francisco Valverde; el jefe del servicio de Facsa en Vila-real, Rafa Ferrer, y el director del área de abastecimiento de la empresa, Pascual Maximino, quienes resaltaron la apuesta por la digitalización a través de tecnologías de vanguardia. «El Ayuntamiento ha encargado este plan director después de advertir la progresiva reactivación de licencias de obras e inversión industrial, a medida que estamos saliendo de la pandemia, por lo que tenemos que estar preparados para garantizar la cobertura hídrica en el futuro», explicó Valverde.

En concreto, el documento redactado por Facsa propone ampliar la implantación de la telelectura a la totalidad de los contadores --hay 27.000 abonados en la ciudad de los que 1.300 ya tienen el lector inteligente--, así como el sistema de control de calidad en continuo o un sistema experto para la gestión y planificación de las redes, entre otras mejoras. 

Por su parte, Maximino apuntó que están ante «un servicio moderno y eficiente», pero «hay que mirar al futuro y tener previstas las acciones necesarias para hacer frente a los retos y necesidades futuras». El director del área señaló que «las últimas inversiones realizadas, que superan los ocho millones, han permitido hacer de este un servicio eficaz y de calidad, siempre respetuoso con el medio ambiente, que garantice la sostenibilidad de los recursos y transparente con el usuario». 

Tramos de más de 25 años

Otro de los objetivos de los próximos años es renovar progresivamente la red de distribución, que suma 200 kilómetros, aunque «cerca de un 55% del canal cuenta con una edad media superior a los 25 años», detalló Ferrer, que añadió que también plantean ampliar en 10 kilómetros el anillo perimetral, así como implantar plantas fotovoltaicas para el autoconsumo en los depósitos e instalaciones de tratamiento de carbón activo en pro de la sostenibilidad.