La Congregación de Hijas de María Inmaculada, las purisimeras, de Vila-real vivió este domingo una de sus jornadas destacadas dentro de sus festejos anuales: la Fiesta de la archicofradía de la felicitación sabatina, popularmente conocida como la de les casades.
Por la tarde, tras la santa misa, la novena y los gozos tuvo lugar la procesión que volvió a desfilar por las calles de la localidad tras una edición, la de 2020, en la que tuvo que ser claustral por la pandemia. La programación dominical arrancó con una eucaristía solemne, en la que predicó el reverendo Javier Santos Aramburo. Participó el coro La Inmaculada y se interpretó Tota pulchra a cuatro voces mixtas acompañadas por música de orquesta de cámara y órgano.
Entre los actos previstos este lunes, está un funeral cantado por las asociadas difuntas y ya por la tarde, a las 17.30 horas, se realizará el paso de los niños por el manto de la Virgen, en su templete.