Cerca de una decena de personas recorrieron ayer la basílica de Sant Pasqual de Vila-real y otros de los espacios del conjunto para conocer algunos de los aspectos más desconocidos de la edificación.
Una actividad impulsada desde la Concejalía de Turismo y a cargo de la empresa Arqueocas, que contó con Paula Menero --que será reconocida, junto a otras cinco personas o entidades, con el Premi 20 de Febrer del 2022-- como guía del recorrido.
«La intención es hablar de la historia del propio edificio como la creación de la ermita del Roser, en 1571, en conmemoración a la batalla de Lepanto; la llegada de los franciscanos descalzos poco después o la de Sant Pasqual en 1589», indica Menero. Para comprobar todos los cambios arquitectónicos que sufrió el conjunto, «también se ha visitado el refectorio, la sala de Profundis o el museo, aunque la visita aquí es muy rápida porque hay muchas cosas para explicar y no puede condensar en una hora y media», añade.
El paseo por los entresijos de esta icónica construcción hizo parada luego en el cuerpo de la basílica. La historia de la vida del santo fue el nexo de unión entre todas las partes, pero Menero puso especial atención a la Capilla Real donde los relieves, obra de Vicent Llorens Poy, presentan partes de la vida del patrón de Vila-real que ayudan a visualizar la narración.
