Ser la cofradía de Semana Santa más antigua de Vila-real --este año cumple la friolera de 476 años-- y una de las más históricas de a Comunitat Valenciana no solo es un privilegio sino también un motivo de orgullo para los fieles practicantes de la religión católica y para los ciudadanos en general.
Y así lo entiende Diego Pérez, un vila-realense que tiene como su principal afición coleccionar y trabajar sobre los famosos clicks de Playmobil, esos pequeños muñequitos con los que han jugado y siguen jugando desde hace décadas niños de todo el mundo.
No en vano, Pérez acaba de inaugurar en la Casa de l’Oli un diorama que reproduce fielmente los últimos días de la vida de Jesucristo y su resurrección. Es, en definitiva, una reproducción de la Semana Santa a la que da forma utilizando 1.600 de estas figuritas, adaptadas y customizadas para la ocasión, a las que se suman otros más de 4.000 accesorios.
Y en este diorama semanasantero --este vila-realense ya sumó más de 6.000 visitantes a su belén de clicks de hace tan solo tres meses-- ha querido homenajear a la histórica Confraria de la Sang, incluyendo un pelotón de integrantes de esta entidad religiosa acompañando a Jesús en su tercera caída, durante su camino hacia el calvario para su crucifixión.
Unas figuras que ha modificado para hacerlas lo más fieles posibles a las personas que participan como integrantes del pelotón de els judios --en realidad, eran romanos--, hasta el extremo de caracterizarlos con rasgos personales, como por ejemplo la barba.
El montaje de Pérez, que cuenta con la colaboración de la Fundación José Soriano Ramos en la edición de los carteles y la imprenta necesaria para publicitar este relato en miniatura de la Semana Santa, reproduce una veintena de escenas de la pasión de Jesucristo y puede visitarse en la Casa de l’Oli hasta el 23 de abril, en horario de lunes a viernes, de 10.00 a 12.30 y de 17.00 a 20.00 horas; y sábados y domingos, de las 17.00 a las 20.00 horas.
Evento exclusivo
Este coleccionista vila-realense de clicks asegura que «este tipo de montajes relacionados con la Semana Santa es un palo que muy poca gente toca, a diferencia de los belenes de Navidad, por lo que está menos visto». Y explica que en el diorama de la Casa de l’Oli no faltan los mínimos detalles.
Y es que a las escenas como la última cena, la oración en el huerto, la flagelación o la crucifixión se suman otras como el lavado de pies a los apóstoles, la unción de Jesús, la expulsión de los mercaderes del templo, la sanación de enfermos o el milagro de los peces.
