Arte, naturaleza, lectura y convivencia: las cuatro patas del proyecto VIDA en Vila-real

Solidaridad, participación, democracia e inclusión. Son cuatro de las palabras que definen el proyecto VIDA (siglas de la frase Verdadero intercambio de amor), en el que participan el colegio público Carlos Sarthou, el de Educación Especial La Panderola y la residencia de mayores Verge de Gràcia, así como tres artistas locales: Anna Dobón, Laura Broch y Paula Bonet. 

Se trata, explican desde el Sarthou, «de una estrategia de enseñanza y aprendizaje con la que el alumnado presta un servicio a su comunidad o su entorno más próximo con la intención de mejorarlo». Y añaden: «De esta manera, se provoca una apertura hacia ese entorno social que envuelve a la escuela y se profundiza y da sentido a las actividades que se llevan a cabo, a la vez que se amplía la realidad de los estudiantes más allá de las aulas y el propio centro».

Exposición

El plan que desarrolla el Carlos Sarthou y La Panderola pasa por que los alumnos trabajen la obra y la vida de las tres artistas vila-realenses que toman como referencia, que posteriormente plasmaron en una exposición de dibujos en la Casa dels Mundina que visitaron tanto los alumnos como los residentes de la Verge de Gràcia. La propuesta final consiste en buscar un espacio «para poder dar forma a un mural en el que se unan las manos y el trabajo de los escolares del Carlos Sarthou, los de La Panderola y los mayores de la residencia». En cualquier caso, el lugar y fecha de realización todavía están por concretar en estos momentos.

Conexión intergeneracional

Juanjo Segarra, profesor coordinador del proyecto, explica que «la iniciativa surgió desde la necesidad de aproximar cualquier tipo de realidad de la sociedad al alumnado y así, trabajando desde una perspectiva real», conseguieron «conectar tres tipologías de centros diferentes, pero, a su vez, muy enriquecedoras», concretó.

«Todo surgió en el 2020, cuando el colegio Carlos Sarthou inició una pequeña colaboración con la residencia de mayores para llevar a cabo algunas actividades conjuntas. Lo iniciamos, pero llegó la pandemia del covid que nos impidió continuarlo hasta el día de hoy, lo que hemos aprovechado para ampliar esta experiencia con el CEE La Panderola, ya que los tres centros forman parte del mismo contexto y del mismo barrio», señala Segarra.

«Pensamos que puede ser una gran herramienta para todo el mundo, ya que a partir de la relación presencial y no presencial podemos obtener una serie de beneficios, como la mejora de la autoestima, la inclusión en la vida comunitaria o el aprendizaje del servicio a favor de los demás, entre otros», explica el coordinador de la iniciativa,

Cuatro actividades

El plan de acción de VIDA, siempre y cuando las medidas sanitarias permitan llevarlo a cabo sin problemas, se basa en cuatro pilares fundamentales. Por un lado, el trabajo de arte local, con el que conocen «a tres artistas de la ciudad, en esta caso son Laura Broch, Paula Bonet y Anna Dobón». Asimismo, fomentan el contacto con la naturaleza, a través de tareas en el huerto escolar «para desarrollar centros más sostenibles». Además, potencian el fomento de la lectura (los mayores leen a los niños y a la inversa) con diferentes tipos de libros. Y el cuarto pilar de la iniciativa es convocar una jornada de convivencia con juegos adaptados. En resumen, un programa de colaboración de los escolares.