Tres años hacía que los vila-realenses no compartían mantel en las fiestas de Sant Pasqual, por lo que el regreso del tradicional sopar de germanor per a veïns i veïnes ha vuelto este viernes por la noche con cifras similares a las de antes de la pandemia.

Alrededor de 2.000 vecinos reservaron sitio y han cenado en armonía en una abarrotada plaza del Llaurador, junto al Estadio de La Cerámica, para coger fuerzas ante el último fin de semana de festejos patronales y dejar atrás las distancias y las restricciones de la pandemia.

Ha sido una macrocena multitudinaria que ha demostrado las ganas que tenían los vila-realenses de «reencontrarse» y de «celebrar la vida». Una expresión que ha acuñado en estas fiestas el alcalde, José Benlloch, y que también ha parafraseado la concejala de Participación Ciudadana, Miriam Caravaca, que, pese a faltar solo un año para las elecciones, son los primeros actos de Sant Pasqual que vive dentro del equipo de gobierno, al asumir en el cargo en junio del 2019, un mes después de los últimos festejos en honor al patrón de la ciudad.

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El concurrido 'sopar de germanor per a veïns' de las fiestas de Vila-real, en imágenes Erik Pradas

Novedad

Una de las innovaciones del ágape de este año ha sido que, por primera vez, han organizado un tardeo, de la mano de Patxi Ojana, antes de la cena para ir calentando motores. La intención principal, como comenta la edila, era entretener y amenizar la espera a los más tempraneros hasta que llegara la hora de pegar bocado.

Los vila-realenses se reencontraron este viernes por la noche en la tradicional cena después de tres años. Mediterráneo

No solo ha habido música antes de la cena, sino también durante y después, ya que la Orquesta Twins Group ha acompañado a los comensales en el multitudinario evento. 

El alcalde, José Benlloch, junto a los concejales Miriam Caravaca y Diego A. Vila, la reina de las fiestas, María Carmona, y las damas, sobre el escenario. Mediterráneo