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El proyecto de estación de autobuses de Vila-real, frente a la terminal de trenes, tendrá que volver a licitarse tras quedar desierto el concurso.JOSEP CARDA

SALIÓ A LICITACIÓN POR 235.000 EUROS

El alza de precios deja desierto el concurso para la estación de bus de Vila-real

Ninguna empresa opta a acometer la construcción ante el incremento del 40% del coste de materiales

Sin ofertas. Así se ha cerrado el plazo para presentar propuestas de empresas al concurso para ejecutar la segunda fase del intercambiador de transportes frente a la estación de trenes de Vila-real. Un intercambiador que, a modo de terminal de autobuses, tiene por objetivo facilitar el transporte combinado de ferrocarril y autobús.

El proyecto en cuestión se licitó por un importe total de 235.000 euros (IVA incluido) que, ante los resultados obtenidos, no ha sido lo suficientemente atractivo para las firmas dedicadas a la obra pública. El motivo principal no es otro que, como apunta el concejal de Territorio, Emilio Obiol, «el desmesurado incremento del precio de los materiales, por los que ahora tienen que pagar un 40% más que hace siete meses».

La alquería del Botànic

Por otra parte, la misma suerte ha corrido la prevista rehabilitación de la alquería del jardín del Botànic Calduch, que tampoco ha despertado el interés de las mercantiles. Se trata de la única edificación rural de sus características que se conserva en pleno casco urbano y que desde el consistorio se quiere destinar, entre otro usos, a sede de la asociación de vecinos del barrio en el que se ubica.

También deberá esperar, ante la falta de interés actual de las empresas, la alquería del jardín Botànic Calduch.

El de Vila-real no es un caso puntual, ya que cada día se suman más licitaciones desiertas y obras estancadas en numerosos municipios, por el aumento de los costes de los materiales que ha tenido una progresión al alza desde el pasado mes de noviembre. «Son los primeros proyectos que se quedan sin ofertas, pero estoy convencido de que pasará lo mismo con otros, porque esto no ha hecho más que empezar», como asegura Obiol.

Redacción de los proyectos

Al respecto, el edil de Territorio incide en que ambas obras --la de la estación de autobuses y la de la alquería del Botànic-- se redactaron antes de que empezara el aumento de los precios, en torno al verano del 2021 o poco después, «cuando la situación era normal». Y a ese incremento de los costes se suma, como apunta Obiol, «que las empresas no encuentran mano de obra, hay técnicos y titulados, pero mano de obra no»,

El hecho de que ambas iniciativas no se acometan de momento ante el nulo interés de las mercantiles por asumir riesgos y ante la incertidumbre de que los costes aumenten más en los próximos meses, obligará al Ayuntamiento a reformular la documentación de estas iniciativas de obra pública y recalcular precios para que, la inversión que se ofrezca por parte del consistorio, sea lo suficientemente atractiva para las empresas.

¿Y el albergue del Termet?

Esta pasada medianoche también se cerraba el plazo para que las empresas interesadas presentaran sus ofertas para que se les adjudicara la reforma y mejora del albergue Mare de Déu de Gràcia, ubicado en pleno corazón del paraje del Termet.

Y, aunque las cosas no parecían pintar muy bien y todo apuntaba a que quedaría desierto el concurso, al igual que ha ocurrido con la creación de una estación de autobuses y la rehabilitación de la alquería del Botànic, este rotativo pudo saber que al menos una mercantil ha presentado su propuesta.

Imagen del albergue Mare de Déu de Gràcia, en pleno corazón del paraje del Termet de Vila-real.

En este caso, el proyecto, que incluye la construcción de una zona acristalada que llevará por nombre pabellón Cendoya --en homenaje al arquitecto que diseño el edificio hace 90 años-- salió a licitación por 360.000 euros.

El proyecto está financiado por la Diputación de Castellón, a través de un convenio pactado con el Ayuntamiento de Vila-real para, de alguna forma, compensar la inversión que no se llevó a cabo en el Molí la Vila y para enriquecer el proyecto del albergue, que ya quedó aparcado una vez. 

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