Más allá de actuar actualmente de urgencia para ampliar el número de nichos en el cementerio municipal de Vila-real (ahora solo hay una treintena libre, como informó Mediterráneo el sábado), el Ayuntamiento acometerá una importante inversión a medio-largo plazo para garantizar que haya tumbas suficientes para los próximos cinco años.
Si a corto término la intención del equipo de gobierno es disponer de entre 100 y 150 tumbas en un mes y medio para salir del apuro (las obras ya están en marcha), el alcalde, José Benlloch, pretende evitar intervenciones de emergencia y quiere asegurar la disponibilidad de nichos con la creación o recuperación de 500 sepulturas y una ambiciosa inversión que alcanzará los 400.000 euros.
Con todo, y como señaló a este rotativo el primer edil, difícilmente el camposanto se quedaría totalmente sin tumbas disponibles, aunque, eso sí, por el momento los familiares no tienen posibilidad de elegir el espacio donde enterrar a sus difuntos, al menos, hasta que construyan nuevas manzanas. Por ese motivo, los operarios trabajan a contrarreloj en el recinto fúnebre de la ciudad.
Siempre a expensas de lo que determinen los técnicos municipales, la previsión es que las licitaciones de este proyecto a medio plazo se acometan entre lo que queda de año y el 2023. En cualquier caso, Benlloch insiste en dar prioridad a esta intervención.
Coste de materiales
Asimismo, el alcalde confía en que la imparable alza de los precios de materiales y la falta de personal que está dificultando la construcción de nuevas sepulturas en los últimos meses no suponga un nuevo hándicap para llevar a cabo el plan de choque para hacer viables los enterramientos, y sin problemas, en los próximos cinco años.
Con los cálculos efectuados por los técnicos de la casa, que ya advierten que las cifras pueden variar si continúa el incremento de precios, el coste para el Ayuntamiento de Vila-real de cada uno de los nichos de nueva creación ronda los 1.200 euros, mientras que la rehabilitación de sepulturas antiguas se reduce a 300 euros.
Además, activarán la recuperación de tumbas que superan los 100 años de concesión y que, por tanto, el consistorio puede ya disponer de ellas, así como otras que se mantienen sin enterramientos, es decir, se encuentran vacías.
A fecha del pasado sábado, ahora mismo hay 31 nichos libres para realizar enterramientos. 13 de ellos están en la quinta fila (la más económica, con un precio de sepultura de solo 20 euros) y 18 ubicados en la parte más antigua del cementerio.