El grupo empresarial Aldi ya ha iniciado los trabajos para levantar un supermercado y, de esta forma, regresar a la ciudad, después de transcurridos varios años desde que cerró el establecimiento que abrió en el espacio Vila-real Center, en la avenida Itàlia.
De hecho, las máquinas están culminando el derribo de la nave que, hasta hace unas semanas, ocupó el concesionario Citroën en la ciudad, junto al McDonald’s y frente al hipermercado Carrefour, en el acceso sur al municipio.
Aunque desde el grupo han declinado adelantar la fecha prevista de la apertura, todo indica que esta podría producirse antes de Navidad o en los primeros días del próximo ejercicio del 2023. Al respecto, el plazo para ejecutar las obras es de cinco meses, de manera que las mismas deberían estar acabadas, a muy tardar, el próximo mes de febrero.
El nuevo espacio comercial tendrá una superficie construida de unos 1.500 m², a la que se sumarán medio centenar de plazas de aparcamiento exteriores. Además, según ha podido saber Mediterráneo, el diseño será similar a los existentes en Burriana y en la avenida Casalduch de Castelló.
La inversión
El proyecto presentado ante el Ayuntamiento y autorizado por el departamento de Territorio cuenta con un presupuesto total que ronda los 1,2 millones de euros. El objetivo es dar forma a un supermercado moderno y funcional, que tendrá su entrada por la avenida Arcadi Garcia Sanz, a unos metros de la rotonda que regula el tráfico entre este vial y las avenidas Portugal e Itàlia.
El concejal responsable del área urbanística, Emilio Obiol, muestra su satisfacción por el paso que da Aldi para retornar con su actividad comercial a Vila-real, una ciudad que consolida su crecimiento y ya alcanza los 52.000 habitantes. Un crecimiento que, para Obiol, resulta «fundamental», para que, cada vez, «más mercantiles de diferentes tipos apuesten por implantarse en la ciudad».
Como ya adelantó este rotativo el pasado mes de julio, el grupo empresarial de origen alemán aumentará, con su supermercado, la amplia oferta de empresas de servicios existentes en la zona sur de Vila-real, una área que consolida una oferta que va más allá del ámbito local para hacerlo comarcal.
Una zona en la que también se ubica el Palau de Justícia y en el que se proyecta la nueva comisaría de la Policía Nacional e, incluso, la Escuela Oficial de Idiomas.
