Vila-real ha amanecido hoy sin rastro de las nubes que en los últimos dos días han dejado precipitaciones de más de 250 litros por metro cuadrado en la ciudad y su término municipal. Incluso en torno al mediodía el Sol apretaba fuerte. Ni rastro tampoco de las habituales inundaciones en algunos puntos del casco urbano y se ha restablecido el tráfico en el túnel de la calle Furs de València, que conecta Vila-real con el Hospital de la Plana y la vecina ciudad de Burriana.

En la imagen, un coche permanece atrapado en el cruce del barranco de Ràtils con el camino de les Voltes de Vila-real. JOSEP CARDA

Sin embargo, varios de los caminos del término municipal siguen cortados a la espera de que baje el caudal de agua que circula por los barrancos vila-realenses. Y esta mañana, permanecía en su lugar un coche que quedó atrapado por el torrente del barranco de Ràtils, cuando cruza el camino Les Voltes. Un barranco en el que también tuvo que actuar ayer la Policía Local, aunque esta vez en el camino Cabeçol, para rescatar a una mujer y su hijo, que viajaban en un coche que también se quedó en medio del agua.

Huertos anegados

Asimismo, todavía se podían ver hoy huertos anegados por las abundantes precipitaciones de estos días, así como entradas a fincas aún innaccesibles por la acumulación de líquido o porque todavía había corrientes de agua de los muchos cauces fluviales que cruzan el término municipal de Vila-real. Y el derrumbe de parte de un tramo del muro de la Séquia Major está ahora a expensas de iniciar su reparación.

Huertos anegados y algunas entradas a fincas agrícolas de Vila-real inaccesibles siguen estando presentes. JOSEP CARDA

Unas fuertes lluvias que también dejan alguna estampa digna de observar, como la de la recuperación del Salt del Riu Sec que, de nuevo, dejaba oír el rugido de las aguas cayendo en picado a la fosa que, durante milenios se ha ido escarbando en el cauce de este río, habitualmente seco.