Vila-real compra el antiguo bingo del Cedre sin aumentar la deuda municipal

El Ayuntamiento de Vila-real ha cerrado dos nuevas operaciones que permitirán incrementar el patrimonio de la ciudad, con la adquisición del edificio del antiguo bingo, que se ubica en la avenida del Cedre, y del local que en su día ocupó una de las oficinas de Caja Madrid y Bankia y acabó pasando a CaixaBank, en la plaza Major, junto a la Casa de la Vila.

En concreto, la compra del antiguo bingo, con una superficie de 1.150 metros cuadrados, se ha cerrado por un importe de 800.000 euros, a satisfacer en tres anualidades, la primera de ellas de 300.000 euros. Y el local de CaixaBank de la plaza Major tiene un coste de 371.000 euros.

De esta manera, el consistorio destinará este año al pago de ambos inmuebles un total de 671.000 euros, mientras que se asignarán los restantes 479.000 para abordar los dos siguientes ejercicios.

Compromiso del Gobierno autonómico

Sin embargo, la compra de ambos recintos no supondrá una inversión extraordinaria para el consistorio, por cuanto la Generalitat valenciana se ha comprometido a aportar un 65% de la cantidad total, lo que también permitirá incrementar el patrimonio municipal sin que tenga que aumentarse el endeudamiento.

Para hacer frente al pago de los 671.000 euros a aportar este año se ultima una modificación de crédito, que se prevé aprobar por el pleno la próxima semana, destinada a reasignar el medio millón de euros reservado por el Ayuntamiento para la reforma del Mercat Central y que finalmente se financiará con fondos europeos en su práctica totalidad, a la que se añade parte del dinero previsto para la remodelación de la planta baja de la Casa de la Vila que, finalmente, no se ha acometido.

Largo proceso

A preguntas de Mediterráneo, el alcalde, José Benlloch, explica que se ha tratado de un largo proceso. «Hemos estado más de medio año trabajando en esta operación, que supone aprovechar dos oportunidades históricas en defensa del patrimonio de la ciudad y que podemos hacer realidad a un coste muy bajo», afirma el munícipe.

Y añade: «La compra se cierra ahora porque es cuando disponemos de los remanentes de Tesorería, que aprobamos en un pleno a principios de abril. Y hemos trabajado durante este tiempo de forma intensa tanto para lograr un acuerdo de compra beneficioso para la ciudad, pagando en tres anualidades en el caso del antiguo bingo, como para conseguir una aportación importante de la Generalitat que preside Ximo Puig».

Respecto al local de CaixaBank en plena plaza Major, a escasos metros de la casa consistorial, Benlloch destaca que tiene un destacado valor patrimonial, por cuanto dispone en su interior de dos grandes arcos de origen medieval. Se trata de un espacio que «nos ofrece la posibilidad de proteger un elemento del patrimonio local y de disponer de un recinto que nos aliviará los problemas de colapso que existen en la planta del ayuntamiento», en lo relativo a la atención a los ciudadanos.

Dependencias municipales

La intención del consistorio de Vila-real con la adquisición del antiguo edificio del bingo de la avenida Cedre y del local propiedad de CaixaBank es destinar ambos inmuebles a usos municipales. En el caso concreto del segundo, la finalidad es reubicar servicios de atención a la ciudadanía. Y es que inmueble en cuestión es un espacio diáfano de 200 metros cuadrados en planta baja y otros 200 metros de entresuelo que requieren una escasa inversión económica para poder habilitarlos.