Vila-real pagará otros 639.000 euros de sentencias sin recurrir a préstamos

El Ayuntamiento de Vila-real pagará con recursos propios, procedentes de los remanentes del pasado ejercicio del 2022, otros 639.000 euros derivados de sentencias urbanísticas heredadas del último ejecutivo del PP --hace más de 12 años--, así como de los intereses fijados por la justicia en diferentes procesos. El objetivo es, como apunta la concejala de Hacienda, Sabina Escrig, «evitar tener que recurrir a nuevos préstamos», con el fin de mantener la deuda municipal que, en estos momentos, es del 53,58%.

«El mejor plan de pagos para nuestros proveedores es tener un Ayuntamiento saneado y reducir el endeudamiento y es por ello que hacemos un gran esfuerzo para pagar a pulmón las sentencias urbanísticas, siempre que sea posible», asegura Escrig quien, además, agradece a los grupos de la oposición su «buena disposición» ante la necesidad de llevar al pleno extraordinario convocado para mañana viernes varios expedientes de suplemento de crédito.

Este nuevo paquete de dinero destinado a hacer frente a fallos urbanísticos corresponden a los 390.000 euros de los intereses por la ocupación de una de las parcelas sobre la que se construyó el colegio José Soriano, además de los derivados del pleito por los terrenos del jardín de Jaume I y por expropiaciones de terrenos para ejecutar la ronda suroeste y que aún colean después de 15 años.

Liquidez del concejalías

De esta forma, el equipo de gobierno que lidera el socialista José Benlloch aspira a lograr el apoyo o la abstención de alguno o varios de los grupos de la oposición --al gobernar en minoría-- para sacar adelante este pago de sentencias urbanísticas, así como para inyectar liquidez con otros 685.000 euros, también financiados con remanentes del 2022 y ahorros, a diferentes departamentos municipales «y garantizar el servicio a la ciudadanía». En total, las modificaciones de crédito ascienden a 1,3 millones.

«La tormenta perfecta que hemos vivido en estos últimos años, con las crisis del urbanismo y la deuda heredadas, el impacto del covid-19 o la guerra de Putin contra Ucrania, sumadas a la merma de ingresos municipales, las dificultades de personal o los procesos electorales, han dejado las finanzas municipales en una situación muy delicada que, con mucho esfuerzo, estamos logrando enderezar y sanear», explica la edila Escrig. Una tormenta perfecta que, como apunta la concejala de Hacienda, «no solo ha impactado en los pagos pendientes que se están subsanando ya con el plan especial puesto en marcha, sino también al funcionamiento de las diferentes áreas municipales».