Mañana para olvidar en Tenerife. El Villarreal claudicó en tierras canarias, mucho tuvo que ver en la derrota los tres minutos en los que María José puso el 2-0 en el marcador. En el segundo acto las amarillas recortaron diferencias con un tanto de Lara Mata, pero tan solo dos minutos después, Martín Prieto sentenció la contienda.
El Submarino sabía que tenía delante un hueso duro de roer, las terceras no eran un rival asequible y por ello las jugadoras de Sara Monforte plantearon un choque serio, en el que cualquier error podía penalizarles.
Las amarillas es cierto que estuvieron más pendientes de no cometer desajustes que de proyectarse en ataque. La primera ocasión fue de las locales, con un remate de María José que se estrelló en la madera, pequeño susto para las visitantes, pero, por suerte, sin consecuencias relevantes.
Con el paso de los minutos el Villarreal comenzó a jugar más en campo contrario, algo que, a pesar de no propiciar ocasiones de gol es cierto que dificultó la fluidez en el juego de las canarias. Sin embargo, las tinerfeñas lograron avanzarse en el marcador cuando menos se acercaban a la meta amarilla. Corría el minuto 24 cuando Elena de Toro salvó un mano a mano con Martín Prieto pero el rechace le cayó a María José, que marcó el primero con una vaselina magistral. Dos minutos después Martín Prieto sirvió el segundo, de nuevo para María José.
En la segunda mitad el equipo de Sara Monforte estiró líneas y tuvo más presencia en ataque, lo que le llevó a generar peligro. Pero la distancia entre el gol amarillo que apretara el marcador y metiera al Submarino en el encuentro, y el tercer tanto canario, que sentenciara el duelo, era mínima.
De hecho, Paola tuvo una gran ocasión para definir definitivamente el choque, pero la cancerbera Elena de Toro salvó a las visitantes con una gran parada.
Las vila-realenses seguían con vida y se metieron en el partido con un gol de Lara Mata, que rechazó un balón en su campo, cuero que llegó a la portera local que, en su intención de controlar el esférico, se le coló por debajo de las piernas. Había partido.
Pero la alegría le duró por al Villarreal, apenas dos minutos, pues una cabalgada de Koko por la banda derecha concluyó con un centro de la marfileña que remató a la red Martín Prieto. En el descuento Belén marró un penalti que pudo colocar el 3-2.
