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FASE DE ASCENSO A SEGUNDA

El fútbol le debe una al Villarreal B

Bajó a Segunda B en el 2012 tras ser arrastrado por el descenso del primer equipo

Joselu Moreno, ariete del Villarreal B, frente al Córdoba en 2012. Villarreal CF

Hace diez temporadas, cuando el Villarreal B fue descendido de Segunda a Segunda B no por motivos deportivos, sino por el descenso del primer equipo de Primera a la división de plata, el grito unánime entre técnicos y futbolistas era el de que «el fútbol nos debe una». Esa campaña 2011/12, que era la tercera consecutiva del filial en la ahora llamada LaLiga SmartBank, la escuadra vila-realense finalizó en una cómoda decimosegunda posición. Pero, a falta de cuatro jornadas para el final del campeonato, se conoció el descenso del primer equipo tras caer en casa frente al Atlético y fue un duro golpe para el B, que luego apenas ganó partidos. 

Los resultados: le vale el triunfo y el empate para ascender

Pero mañana el fútbol se la puede devolver. El Villarreal B no ascenderá sin bajar del autobús, ni muchísimo menos, pero quién sabe si la suerte está con el equipo de Miguel Álvarez y logra hacer valer alguno de los dos signos que le llevarían al ascenso al fútbol profesional: la victoria y el empate. Sólo el triunfo del Nàstic de Tarragona le privaría de alcanzar ese anhelado sueño que se le está resistiendo en las últimas campañas.

La experiencia: un ingrato recuerdo que fortalece al equipo

La temporada 2011/12 se afrontó en Segunda con el proyecto consolidado. Era el tercer año consecutivo en esa división de plata tan exigente, y el B logró catorce triunfos, diez empates y dieciocho derrotas, para un total de 52 puntos que le daban la salvación en la categoría. Los jóvenes del filial y su cuerpo técnico en los dos últimos meses de liga estaban con el ojo puesto en un primer equipo que estaba dando bandazos a diestra y siniestra, complicándose la vida y al final dando con sus huesos en Segunda División. Eso hizo que se arrastrara a su filial a Segunda B.

La plantilla: un equipo con muy buenos futbolistas

Esa campaña la empezó en el banquillo José Molina, que abandonó el cargo tras la 18ª jornada. Se perdió en El Alcoraz de Huesca (1-0) y llegó su destitución. Llegó Julio Velázquez y el Villarreal B se enchufó. Esa temporada en el filial había futbolistas como el portero Diego Mariño; los defensas Jaume Costa, Pablo Íñiguez, Kiko Olivas, Florian Lejeune o Toño García; los mediocentros Manu Trigueros, Moi Gómez y Marcos Gullón; o los delanteros Joselu Moreno y Juanto Ortuño. Incluso el ariete del Villarreal C, Gerard Moreno, tuvo sus cuatro partidos esa temporada en la división de plata.

Los intentos: hasta cuatro ocasiones sin premio

No se ha vuelto a ascender a la división de plata desde aquel descenso tan duro de digerir por cuerpo técnico, jugadores y afición. Tras aquel capítulo, el Villarreal B ha disputado cuatro fases de ascenso a Segunda. El de la campaña 2015/16, en la que la UD Logroñés le echó a la calle en la primera ronda a doble eliminatoria; después en la 2017/18, cuando se cayó en la final ante del Elche tras superar al Athletic B y Fuenlabrada; y en la 2018/19, cuando el Melilla también eliminó a los vila-realenses.

Quién sabe si este sábado ante el Nàstic de Tarragona, en el Estadio Balaídos (21.00 horas), el filial groguet tiene la suerte de cara y recupera la categoría que, injustamente, perdió hace ahora diez años.  

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