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VILLARREAL CF

La crónica | El 'método Setién' sigue sin funcionar en el Villarreal (3-0)

El Submarino sufre una de las derrotas más dolorosas en Europa ante el Lech Poznan

Mandi fue uno de los titulares del Villarreal ante el Lech Poznan. Jakub Kaczmarczyk

El Villarreal recibió en Poznan una de las derrotas más duras de su larga trayectoria en Europa. Un 3-0 que escuece más por la incidencia que tiene en el futuro, que por lo que significa en el presente al acabar igual líder de su grupo en la Conference. Un equipo de segunda fila de Europa, que ni tan siquiera pelea por el título en la liga polaca, deja al Submarino inmerso en una dura crisis identitaria. Setién tiene que inculcar las ideas de su método en un curso intensivo o variar el manual con rapidez para transformar la cara de un equipo que, pese a las numerosas bajas, posee un potencial enorme. El problema del Villarreal es el propio Villarreal. Setién tiene la palabra.

No había nada en juego en cuanto objetivos clasificatorios, porque los deberes estaban hechos desde la jornada 4. Sin embargo, el Villarreal necesitaba más que ganar, convencerse de que iba dando pasos hacia adelante en la asimilación del método Setién. Más que los tres puntos estaba en juego el factor psicológico, mermado desde la espantada de Emery y el cambio de modelo de juego con la llegada del nuevo técnico. Y delante estaba un rival inferior, pero súper motivado porque se jugaba el pase a la siguiente ronda, un logro que para los polacos era un éxito enorme.

Mismo sistema

El Villarreal volvió a repetir el 4-3-3 de los dos partidos de la nueva era. La entrada en el juego fue buena, con los amarillos bien situados y presión alta sobre el Lech Poznan. Setién, con muchas bajas importantes, tuvo que renunciar a su idea de dos laterales profundos y emuló a su antecesor en el banquillo utilizando al central del filial Dela como lateral, con lo que el carril derecho se quedó cojo en el juego de ataque. El Submarino cargó su futbol por el costado izquierdo, donde Mojica entró como un extremo repetidamente. Combinó bien en el inicio el Villarreal, bien asentado y mostrando equilibrio, pese a que los amarillos jugaron muy estirados con los tres puntas intentando ejercer presión sobre la salida del balón del Lech.

Uno de los males que arrastra el equipo amarillo desde la larga ausencia de Gerard Moreno es su inocencia en el área, que se suma a la falta de precisión en el pase o de mal posicionamiento en la búsqueda del remate final. Jackson solo ante Bednarek, después de una gran asistencia de Morales, falló un gol de esos que es difícil de desperdiciar y de los que te acuerdas cuando vienen mal dadas. Minutos después fue Morales, quien mandó fuera un balón de oro de Mojica. 

Los golpes del rival

El Lech aguantaba en su campo bien replegado y esperando su ocasión. Sin llegar apenas al área amarilla, pero defendiendo con intensidad y cerrando las líneas de pase interior, con lo que el Villarreal tenía el balón, pero no hacía daño. La efectividad del conjunto polaco rozó el 100% al batir Velde a Reina en el ecuador del primer tiempo, en una acción mal defendida por Dela.

Y todo siguió igual. El balón era para los amarillos, como dicta el manual de Setién, pero se necesita mucho más que sobar la pelota en las zonas alejadas de área, para ganar partidos. 

El Villarreal continuó con la presión muy arriba. El Lech lo provocaba sacando el balón desde atrás, rompía esa primera línea con una transición rápida y el Submarino partido en dos. El mazazo del 2-0 llegó a los cinco minutos del descanso por medio de Skorás. El guion continuaba igual. El Lech renunciaba a la pelota, se atrincheraba delante de su área, mientras que el Submarino asumía un control ficticio del juego, porque tener el balón y no generar peligro, como tener un Ferrari sin gasolina, luce pero no anda.

Idea inamovible

Setién mantuvo su dibujo. La idea es inamovible. El técnico insiste en adaptar a sus jugadores a su manual y no al revés, sin una transición lenta a un cambio de estilo que se antoja demasiado brusco. El recurso consistió en dar entrada a los pesos pesados para intentar levantar a un equipo que parece confundido y sin brújula, inadaptado a una idea que, de momento, no asimila. El cambio, probablemente, ha sido muy brusco. Danjuma, Alberto Moreno, Capoue, Parejo y Kiko Femenía entraron para arreglar lo que parecía imposible. El Lech robaba balones en su campo aprovechando cualquier imprecisión dentro del carrusel de pases del Villarreal. Y lo tuvo muy fácil para marcar el 3-`0 en una contra. Skóras fusiló a Reina desde casi la línea de meta y dejó a los amarillos muy tocados anímicamente. El Villarreal no tiró ni una sola vez puerta en la segunda parte y encajó un gol en cada llegada de los polacos. Triste final de la fase de grupos ese la Conference.

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